CROEM sostiene que la incertidumbre política podría ralentizar la recuperación económica española y que, "una demanda estancada, las inversiones cayendo y la prima de riesgo in crescendo", el crecimiento del PIB en el 2016 podría reducirse como mínimo en 0,5 puntos porcentuales y llegar a extrapolarse a 2017, y, según cálculos aproximativos, si cada punto del PIB equivale a unos 10.000 millones de euros la factura de la incertidumbre podría ascender a 5.000 millones.

Así se desprende del Boletín de Coyuntura Económica del último trimestre de 2015 de la Confederación Regional de Organizaciones Empresariales (CROEM), recogido por Europa Press, que explica que tras los resultados de los últimos comicios generales llevados a cabo a finales del mes de diciembre, "el escenario político nacional se ha teñido de incertidumbre al constatarse una extrema dificultad para formar gobierno", que, a día de hoy, se mantienen en forma de interrogante, desconociéndose a su vez la duración de la situación.

De este modo, afirma que la economía española se enfrenta a un grado de incertidumbre particularmente elevado, con una acumulación de riesgos, ya no solo el político, sino otros tantos factores exógenos que juegan en su contra, "que podría ralentizar el proceso de recuperación económica".

De mantenerse en el tiempo, "la inestabilidad política se terminará trasladando a inestabilidad económica", y pone como ejemplo el que cita BBVA Research en unos de sus artículos "por cada 10 por ciento de caída sostenida en el tiempo de la riqueza financiera neta (altamente correlacionada con el IBEX), el consumo tiende a reducirse un 1 por ciento durante los siguientes cuatro trimestres".

Además desde el Banco de España se afirma que "la incertidumbre política es el mayor riesgo para la economía", el Fondo Monetario Internacional cifra la pérdida de crecimiento en 2016 entre 0,5 y 1,5 puntos porcentuales dependiendo de cuanto se alargue el citado estado. A su vez, CEOE menciona que a, corto plazo, la economía española cuenta con una cierta "inercia" pero el escenario será distinto si la situación actual se posterga en el tiempo.

Por lo que, según CROEM, resulta difícil cuantificar en unidades monetarias el coste total de un gobierno en funciones con un futuro cercano indeterminado, "pero lo que no resulta osado es afirmar que la inversión en periodos de incertidumbre se paraliza".

Genera una pérdida de confianza

De este modo, lamenta, empresas y familias adoptan una estrategia de posponer sus inversiones, sus compras, la contratación de personal, una actitud pasiva, donde los agentes se dedican a "observar y a esperar".

"La pérdida de confianza empresarial y del consumidor empieza a hacerse latente y el incumplimientos de los compromisos ligados a la consolidación fiscal de la Unión Europea podría magnificarse", añade.

Para finalizar, cita uno de los trabajos más completos realizados por J.Fernández- Villaverde, sobre la temática. El artículo cifra la ralentización de la economía entre un 0,4 y un 0,7 puntos porcentuales en los próximos trimestres, y un aumento de 70 puntos en la prima de riesgo, viéndose afectados en torno a unos 126.000 empleos, alcanzándose su máximo valor en 10-12 meses después del shock.

Concluyendo, coincide con el resto de entes, afirmando que "las consecuencias pueden ser significativas y pueden contribuir a desacelerar tanto el crecimiento como la reducción del desempleo observados durante el 2015".