La consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, ha destacado, con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, la implicación activa del asociacionismo en la mejora de la calidad de vida de personas que padecen este trastorno.

Según ha informado la Junta en un comunicado, para Sánchez Rubio es fundamental la labor que realizan las familias de personas afectadas por autismo en Andalucía, "en especial en lo que se refiere a la lucha contra el estigma de este colectivo y la mejora de la asistencia social y sanitaria", así como de una mayor integración sociolaboral en la edad adulta.

La Junta trabaja con las asociaciones en medidas de promoción de la autonomía personal y de la participación social de estas personas, con la concepción que establece la propia Convención Internacional de Derechos de las Personas con Discapacidad. El objetivo es promover los principios de no discriminación, igualdad de oportunidades y accesibilidad universal que deben regir en las políticas públicas.

La consejera ha insistido en la necesidad de prestar apoyo y facilitar la integración de las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y de alteraciones graves de conducta desde la infancia hasta la edad adulta, facilitándoles el acceso al mundo laboral, puesto que "llegar al empleo significa seguir con la apuesta de la integración".

Asimismo, Sánchez Rubio ha asegurado que "si creemos en las posibilidades y las capacidades de las personas con autismo, ellas nos devuelven multiplicadas nuestras expectativas". Además, ha destacado el avance en las últimas décadas en cuanto a la participación de personas con discapacidad en la definición de las políticas públicas. Políticas, actuaciones y colaboraciones que, a su juicio, han propiciado que la sociedad haya alcanzando un notable grado de madurez.

La titular de Igualdad y Políticas Sociales del Gobierno andaluz ha insistido en la necesidad de "transformar esa madurez en nuevos planteamientos y nuevos enfoques que destierren definitivamente la creencia de la discapacidad como un elemento de desigualdad". En este sentido, ha señalado que, en el caso de las personas con TEA, "las mejores prácticas profesionales empiezan con una actitud basada en el respeto profundo por la propia persona", realizando actuaciones que sirvan para mejorar su bienestar y autonomía personal.

Finalmente, Sánchez Rubio ha agradecido la labor de la Federación Autismo Andalucía, y ha recordado que esta entidad es un "referente en el avance de la perspectiva que la sociedad tiene sobre las personas con TEA", lo que ha contribuido a hacerlas visibles desde la aceptación y la diversidad.

Por otra parte, la consejera ha añadido que en Andalucía hay 7.179 personas con al menos el 33 por ciento de discapacidad diagnosticadas de Trastorno del Espectro Autista, de las que 5.922 son hombres y 1.257 mujeres, según los datos de los Centros de Valoración y Orientación del 1 de enero de 2016.

Los trastornos del espectro autista afectan a una de cada 150 personas (cuatro veces más a hombres que a mujeres) y se manifiestan en los tres primeros años de vida. Actualmente se incluyen como tales el Trastorno Autista, el Síndrome de Asperger, el Trastorno Generalizado del Desarrollo No Especificado, el Trastorno Desintegrativo Infantil y el Síndrome de Rett. Como denominador común, las personas que padecen estos trastornos, presentan dificultades en el área de la socialización, la comunicación y la imaginación, aunque su expresividad es muy variable incluso a lo largo del tiempo.