El consejero de la Presidencia de la Junta de Andalucía, Gaspar Zarrías, respecto a la propuesta del PP de aplazar un año la implantación de la asignatura EpC, pidió "respeto" a la decisión de la Junta de implantar la asignatura el próximo curso, del mismo modo que el Gobierno andaluz "respeta" la opción que elijan otras comunidades en ejercicio de su derecho.

También pidió hoy al PP que "escuche" al presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), monseñor Ricardo Blázquez, y a la Federación Española de Religiosos de Enseñanza (FERE-CECA), que ha optado por adaptar los contenidos Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos (EpC) al ideario de los centros, y no base su estrategia política de oposición a la asignatura en promover la "desobediencia" a la Ley.

En rueda de prensa posterior a la primera reunión del Consejo de Gobierno, Zarrías recomendó a los populares que abandonen sus posiciones "disparatadas" en relación a EpC y "escuche a la mayoría, a la FERE y al presidente de la Conferencia Episcopal", ya que defendió que los valores de la Constitución y del Estatuto "no son incompatibles con los sentimientos religiosos".

El titular andaluz de la Presidencia recordó que el PP ya pidió un "acuerdo de mínimos" en relación a EpC, pero puso de manifiesto que "el cumplimiento de la Ley es obligatorio", por lo que aconsejó a los populares que "no cometan el error de libro de basar su estrategia en la desobediencia de la Ley". "De obligado cumplimiento". "EpC es una asignatura obligatoria, tal y como señala la Ley, que es de obligado cumplimiento, y lo mínimo que puede exigirse a todos es el cumplimiento de la Ley", subrayó Gaspar

Zarrías, que lamentó que no se haya señalado que esa asignatura trata de la Constitución, del Estatuto, temas que interesan al conjunto de la ciudadanía, lo que es en sí un servicio a la ciudadanía". No obstante, Zarrías reivindicó que la asignatura EpC es "perfectamente constitucional y respetable y asumible en democracia sin ningún tipo de inconveniente" y criticó que "el PP, como siempre en Andalucía y en España, se escora hacia las posiciones más conservadoras, más ultramontanas y más reaccionarias".

"No pueden negar que son la derecha más extrema que existe en Europa y pedir ese año es ponerse al lado de las posiciones más reaccionarias que existen en Andalucía. Si creen que ese es el camino, se están de nuevo equivocando", insistió el consejero de la Presidencia.

En su opinión, "intentar impedir que los ciudadanos puedan educarse en los valores de la convivencia, de la tolerancia, valores plenamente constitucionales que todos tenemos la obligación de respetar, me parece una verdadera barbaridad, propia de un partido a la desesperada, que sabe que va a perder las elecciones".