Siete personas han muerto y otra ha resultado herida grave en un choque lateral entre dos vehículos en Pont de Molins (Girona), suceso que las autoridades han achacado al exceso de velocidad de uno de los coches, pero también al peligro de un punto "maldito" de la N-II conocido como "la curva de la muerte".

El accidente, el tercero más grave en Cataluña desde 2002, se ha producido en el kilómetro 763 de la N-II, en el término municipal de Pont de Molins y, según el Servicio Catalán de Tráfico, cinco de las víctimas viajaban en un Volkswagen Golf con matrícula francesa y las otras dos en un vehículo Dacia Sandero con matrícula española.

Todos los ocupantes del Golf iban sin cinturón y han muerto en el acto: el conductor de 22 años era vecino de Perpiñán (Francia); otros dos, hermanos de 22 y 20 años, eran naturales de Marruecos pero con residencia en Francia; el cuarto, de 19 años, era tunecino residente en Toulouse; y el quinto ocupante iba indocumentado.

En el otro turismo, un Dacia Sandero, viajaban tres vecinos de Figueres (Girona), dos de los cuales iban a trabajar a un restaurante del Pertús, uno originario de Colombia de 38 años y otros de Marruecos de 31, y ambos han resultado muertos.

Por su parte, el conductor, de 34 años y nacionalidad española, ha sido trasladado al Hospital Trueta de Girona donde ha sido intervenido de urgencia y su pronóstico es reservado, aunque los médicos han asegurado que ha salvado la vida gracias a llevar puesto el cinturón de seguridad.

De hecho, de las siete víctimas mortales, solo el copiloto del Dacia llevaba puesto el cinturón. "Seguramente, no llevar cinturones ha causado muertos, pero también la velocidad seguramente excesiva del coche francés que ha impactado de manera brutal contra el coche catalán", ha lamentado el conseller de Interior, Jordi Jané.

La gravedad del accidente ha sido mayor, según el conseller, "por el impacto lateral" del Golf, que ha quedado reducido a menos de la mitad y hasta el motor ha saltado por la carretera.

Asimismo, los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación para determinar la procedencia de miles de euros que los jóvenes franceses llevaban encima, y de hecho solo en un fajo hallado se han contabilizado 5.260 euros.

Pero tanto Jané como los alcaldes de Figueres (Girona) y Pont de Molins han denunciado también la peligrosidad de la vía, que "lleva 20 años esperando un anunciado desdoblamiento", algo que también ha criticado el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el conseller de Territorio, Josep Rull.

"Hay un proyecto de desdoblamiento anunciado desde 1995, de una vía que es internacional de gran afluencia de tráfico, y veinte años después este desdoblamiento en el tramo norte, que cada año tiene enmiendas reclamándolo en los presupuestos del Estado, no se ha acabado de afrontar", ha reprochado el conseller de Interior.

La alcaldesa de Figueres, Marta Felip, y el de Pont de Molins, Josep Fuentes, han pedido el "urgentísimo" desdoblamiento de la N-II, al ser una vía muy transitada en un tramo conocido como "la curva de la muerte", un "punto negro" con varios siniestros.

Primero en Twitter y después en un acto en Espluga de Francolí (Tarragona), Puigdemont ha "lamentado" el accidente en una carretera "maldita" y ha dado su pésame a las familias y su "solidaridad" con las víctimas en lo que ha calificado de "tragedia".

La N-II, ha recordado el presidente catalán, es "una carretera internacional, de alta densidad, probablemente de las más frecuentadas entre el Estado español y el francés, pero a pesar de todo y lamentablemente continúa sin estar desdoblada, aunque sea el clamor unánime del territorio y tanta gente".

En la misma línea, el conseller de Territorio, Josep Rull, ha apuntado incluso que la carretera N-II es el "paradigma de la desinversión del Estado" en Cataluña.

Los cadáveres de las víctimas han sido trasladados al Instituto de Medicina Legal de Girona (IML) para ser sometidos a las autopsias para determinar también si podían haber consumido bebidas alcohólicas o sustancias estupefacientes, teniendo en cuenta que se ha localizado al menos una botella de alcohol.