La Guardia Civil ha desarticulado, en el marco de la 'operación Ferris', un entramado delictivo que se dedicaba a sustraer de manera continuada materiales de una empresa del municipio malagueño de Vélez-Málaga para, posteriormente, venderlo de forma ilícita. En esta intervención, han sido detenidas dos personas y siete son investigadas.

Según las pesquisas del instituto armado, la cuantía total de lo sustraído a esta empresa durante los últimos ocho años asciende a más de 465.000 euros.

A razón de estas pérdidas, la empresa ha estado a punto de cerrar uno de sus almacenes, donde supuestamente se cometían los hurtos, y de despedir a 12 empleados.

Estas personas han sido acusadas de varios delitos continuados de hurto, receptación y blanqueo de capitales, según ha informado la Guardia Civil a través de un comunicado.

La investigación surgió en el marco de las inspecciones periódicas que se realizan en las chatarrerías contra el robo de cobre cuando, en uno de estos establecimientos, se localizó una partida de material férreo nuevo por valor de 3.000 euros, sin que pudiera el propietario determinar su procedencia.

En el transcurso de la investigación, los agentes determinaron que el material incautado era propiedad de una empresa de Vélez-Málaga, que reconoció los hierros intervenidos y manifestó que desconocía cómo se había producido la venta del mismo a la chatarrería.

Los agentes pudieron comprobar cómo el encargado de este almacén, valiéndose de su cargo y de la confianza que su jefe depositaba en él, sustraía de manera continuada material de la empresa para posteriormente venderlo a un precio más bajo a otros profesionales del sector, los cuales mantenían una relación de amistad con el detenido y conocían la procedencia ilícita de la compra.

En el transcurso de esta operación, se ha detenido a la persona que sustraía el material y a su esposa y se ha procedido, en calidad de investigados, contra otros siete individuos más, que formaban parte del entramado delictivo.

Asimismo, se han realizado dos registros domiciliarios, en los que se han intervenido 1.800 euros en efectivo y diversa documentación, además de dos vehículos. También se han bloqueado cuentas y bienes adquiridos por los detenidos gracias a la comisión de los delitos, cuya cuantía asciende a 270.000 euros.