Madrid recuerda a los bomberos fallecidos hace 20 años en los almacenes Arias

  • Diez efectivos murieron en el incendio del edificio situado en Montera.
  • El homenaje comienza hoy en el lugar del suceso y con una misa en la iglesia de La Paloma.
Diez bomberos murieron en el incendio de los Almacenes Arias, en 1987.
Diez bomberos murieron en el incendio de los Almacenes Arias, en 1987.
EFE
Diez bomberos murieron en el incendio de los Almacenes Arias, en 1987.

El Cuerpo de Bomberos de Madrid, el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, y miembros del PSOE municipal realizaron hoy una ofrenda floral en el número 31 de la calle Montera en memoria de los 10 compañeros muertos hace 20 años en el incendio de los Almacenes Arias, situados en el mismo punto, acompañados por familiares de los fallecidos y por otros ciudadanos que se pararon para mostrar sus respetos a los agentes.

Rosas y corona de laurel

El acto comenzó a las 10:30 horas, con la entrega, por parte de un oficial de cada uno de los 12 parques de bomberos de la ciudad, de un ramo de 10 rosas rojas ante una placa conmemorativa que recuerda los hechos y ante seis bomberos vestidos de gala que sostenían un estandarte del Cuerpo. Después, Gallardón, acompañado por el delegado de Seguridad y Movilidad, Pedro Calvo, y por la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Pilar Gallego, colocó una corona de laurel en el mismo lugar.

Los estamentos públicos han sido fríos. Seguro que en unos días quitan esta placa
Un minuto de silencio, un aplauso de los presentes y ningún discurso, hecho un tanto criticado por algunos de los bomberos que acudieron al acto, entre ellos varios de los que estaban de servicio aquel fatídico día.
Santiago López, sargento del parque 4º y amigo de Manuel Molina, fallecido en dicho incendio, reprochó la "frialdad de los estamentos públicos, tanto en aquel momento como ahora". "Seguro que en unos días quitan esta placa que han puesto para el homenaje", auguró el oficial, que recordó también que, "en su momento, dijeron que aquí no construirían nada".

Ahora, los cines Acteón 

Sin embargo, en el solar que antaño ocuparan los almacenes están ahora los cines Acteón, y en su fachada sólo hay una sucinta inscripción en recuerdo de los diez bomberos que, tras apagar el incendio que el 4 de septiembre de 1987 se declaró en el inmueble, quedaron sepultados bajo un amasijo de hierros y cemento cuando el edificio se desplomó.

Una placa no es suficiente reconocimiento a 10 personas que dejaron diez familias destrozadas
María Luisa,
madre del fallecido Miguel Angel Azuara, no podía contener el llanto mientras explicaba que su hijo "era maravilloso, tenía un corazón como una catedral y habría dejado su vida por ayudar a cualquiera". "El no estaba de servicio y vino a echar una mano, a sacar a sus compañeros. Tenía sólo 31 años y aquí se quedó, fue el primero que sacaron y yo me pasé
la noche llamándolo para ver si oía su voz, pero no lo oí y ya nunca lo volví a ver", recordó la mujer, que considera que "una placa no es suficiente reconocimiento a 10 personas que dejaron aquí su vida y diez familias destrozadas".

Han cambiado cosas

Sin embargo, la desgracia sirvió para que cosas cambiaran en el Cuerpo. "Antes había cascos diferentes, no había autónomos para todos en la bomba, las linternas eran de petaca. A partir de los años 80 se modernizó mucho el servicio, se abrieron tres parques en Madrid, aumentaron los efectivos. Lamentablemente tuvo que pasar lo que pasó para que mucha gente tomara conciencia de que había que revitalizar el Cuerpo", añadió Redondo.

En este incendio, nadie contaba con que el edificio, que ya había sido apagado, se fuera a hundir, y sólo las investigaciones técnicas posteriores sacaron a la luz reformas ilegales y la colocación de varios elementos de gran tonelaje que no tenían licencia.

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