El subdelegado del Gobierno, Juan Lillo, ha destacado que la pasada Semana Santa se ha saldado en la provincia de Jaén sin fallecidos ni accidentes con heridos de gravedad "gracias al buen comportamiento de los conductores, a la mejoras en las carreteras y al profesional trabajo de todos los agentes".

Así lo ha señalado en su intervención durante la inauguración de las I Jornadas de Accidentes de Tráfico, organizadas por la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias y a las que ha asistido también la delegada del Gobierno andaluz en Jaén, Ana Cobo.

Ha indicado que la coordinación y eficacia de los hombres y mujeres que actúan ante un accidente de tráfico es esencial para "salvar vidas" y conseguir que sus víctimas sufran menos secuelas, de ahí la importancia del trabajo que realizan las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, de Policía Local, Bomberos, agentes de Tráfico, y también de los servicios de emergencias sanitarias

Lillo ha subrayado la importancia de la llamada 'hora de oro' por la que se considera que, tras producirse un accidente de tráfico, la actuación en los primeros 60 minutos marca, en muchas ocasiones, la diferencia entre la vida o la muerte. Es por eso por lo que los protocolos de actuación tienen como objetivo lograr una "rápida intervención para mejorar el futuro del accidentado".

Así, con el aviso de un accidente de tráfico se pone en marcha el protocolo en el que la Guardia Civil provee los medios que optimicen la coordinación "con el único objetivo de salvar vidas" y ha insistido en que "si llegamos cuanto antes a la atención médica, si se consigue en el espacio aproximado de una hora, evitamos fallecimientos y secuelas".

Jornadas como la de este jueves, que cuentan con la colaboración del Ministerio del Interior a través de la Dirección General de Tráfico, "nos ayudan a mejorar esa coordinación y a poner en común la experiencia de todos los servicios que intervienen en un siniestro".

Los politraumatismos secundarios a accidentes de tráfico suponen en España la tercera causa de muerte tras las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, la asistencia inicial al accidentado de tráfico es fundamental para limitar la gravedad del traumatismo, prevenir muertes y discapacidades y lograr una óptima evolución de los supervivientes.