El Joan XXIII reduce "al mínimo" el riesgo de secuelas neurológicas tras operaciones

El Monitoraje Neurofisiológico Intraoperatorio (MNIO) ha sido aplicado a 150 pacientes
Técnica para reducir el riesgo de secuelas neurológicas tras operación
Técnica para reducir el riesgo de secuelas neurológicas tras operación
HOSPITAL JOAN XXIII
Técnica para reducir el riesgo de secuelas neurológicas tras operación

El Hospital Joan XXIII de Tarragona ha conseguido reducir "al mínimo" el riesgo de secuelas neurológicas tras someterse a una operación con una técnica especializada de la neurofisiología clínica.

El Monitoraje Neurofisiológico Intraoperatorio (MNIO), que forma parte del programa para aumentar la seguridad en el quirófano, ha sido aplicado a 150 pacientes en intervenciones complejas con riesgo de lesión del sistema nervioso, ha informado este jueves el centro hospitalario en un comunicado.

El centro adquirió en 2015 un aparato diseñado específicamente para realizar esta técnica, que se empezó aplicar en 2009 y se utiliza para intervenciones quirúrgicas complejas con un riesgo de lesión del sistema nervioso central o periférico durante la operación.

En concreto, el MNIO se ha aplicado en intervenciones de Cirugía Ortopédica y Traumatología —41%—; de Neurocirugía —31%—; de Otorrinolaringología —24%—; de Cirugía Maxilofacial —3%—, y de Cirugía General y del Aparato Digestivo —1%—.

Técnica con más seguridad

La técnica consiste en mantener el sistema nervioso activado durante la operación para detectar si se produce algún problema en la funcionalidad y en la integridad de las vías nerviosas.

En caso de que el médico especialista detecte alguna anomalía durante la operación, tiene un tiempo de margen de habitualmente seis minutos para corregirla y evitar así la secuela neurológica.

Esta especialidad de la neurofisiología clínica da "mucha seguridad al cirujano" y, además, puede trabajar más rápido e incluso puede ser más agresivo a la hora de corregir deformidades como, por ejemplo, en intervenciones como escoliosis para poner recta la columna.

En tumores cerebrales, esta técnica permite identificar las zonas cerebrales con funciones motores importantes para que no se vean afectadas durante la intervención a partir de estímulos eléctricos.

Gracias a la MNIO "se han evitado secuelas neurológicas postquirúrgicas a un importante número de pacientes intervenidos", según el neurofisiólogo clínico del Hospital Joan XXIII, Vicenç Pascual.

Tres equipos

Según él, en estas intervenciones participan un mínimo de tres equipos de tres servicios diferentes, el equipo quirúrgico correspondiente con la enfermera instrumentista, el equipo de anestesia y el neurofisiólogo clínico, quien se sitúa a unos dos metros de la mesa quirúrgica.

El Joan XXIII es el único centro sanitario de la provincia de Tarragona que dispone de esta técnica que, además, es "rentable" porque evita el sufrimiento personal de los pacientes y los gastos derivados de la rehabilitación y las visitas sucesivas del especialista.

Actualmente, en Catalunya solo se forman dos neurofisiólogos clínicos cada año, según ha destacado el centro, que ha subrayado que esta técnica tiene una demanda creciente por parte de los equipos quirúrgicos.

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