La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, no deja de sorprender con sus propuestas para gestionar la ciudad de Madrid. La última ocurrencia de la exjueza, en aras de la concordia, pasa por cambiar el nombre del Valle de los Caídos por otro mucho más conciliador: Valle de la paz.

Así lo cuenta en la entrevista concedida a la revista Le Miau Noir firmada por Sonia del Pozo, David Aranda, Christian García y Alberto Benítez, que está disponible en su edición digital. "Todos estamos de acuerdo en que es un lugar que debe mantenerse. No hay nadie que quiera dinamitar la zona", aclara Manuela Carmena.

"Pero sí que sería correcto y considerable darle una nueva visión e incorporarle nuevos valores. El valle de la paz sería un buen nombre que otorgarle", matiza. A partir de ahí cree que algo similar debería hacerse con todos los vestigios relacionados con la Memoria Histórica y la aplicación de la ley.

En cualquier caso, la alcaldesa explica que no se trata de omitir ni de cambiar la historia."Considero que es importante que, como patrimonio, se conserven las antiguas nomenclaturas en los archivos. Me parece muy interesante que la historia de España esté en sus anales. Porque la historia no se olvida", afirma.

Y remarca: "La historia configura el futuro, y es en esta misma configuración del futuro donde los valores deben prevalecer por encima de todo"

En este sentido, la alcaldesa se reafirma en la gestión llevada a cabo por su Consistorio en la aplicación de la Ley de la Memoria Histórica y que tantas críticas le ha granjeado, sobre todo en relación a la gestión de la concejala de Cultura, Celia Mayer.

En concreto, uno de los episodios que suscitó mayor polémica fue la retirada del Cementerio antiguo de Carabanchel de una placa en memoria de ocho religiosos carmelitas fusilados. El Consistorio de Carmena tuvo que dar marcha atrás y comprometerse a su reposición.

"Lo importante del cambio de las calles de Madrid es que con ello, estamos intentando dar un giro y crear algún tipo de comisionado y organismo que nos permita llevar a cabo de una mejor forma el trabajo de la Memoria Histórica y hacer un enfoque no desde aquello que ha podido parecer, sino de lo que realmente es", se puede leer a lo largo de la entrevista.

"Con ello no hemos querido llevar a cabo un enjuiciamiento de conductas concretas de personas que tuvieron un papel determinado a lo largo de la historia de España", se reafirma.