Bajada a los infiernos

Tomaz Pandur presenta una atrevida visión de la obra de Dante
Damià Plensa, un espectacular ángel que flota sobre el patio de butacas.
Damià Plensa, un espectacular ángel que flota sobre el patio de butacas.
Foto
Damià Plensa, un espectacular ángel que flota sobre el patio de butacas.
En su afán por abrir el teatro español a nuevos aires y tendencias, el Centro Dramático Nacional cierra ahora su temporada con Inferno, una obra dirigidia por el prestigioso director esloveno Tomaz Pandur.

La obra, cuya dramaturgia corresponde a la propia hermana del director, Livia Pandur, está vertida al español por la pluma del poeta Luis García Montero, y se basa en una de las tres partes de La Divina Comedia, de Dante Alighieri.

El infierno del florentino es aquí un infierno con glamour, loco, emocional y sexual, que Pandur adereza con otras fuentes religiosas (tibetanas y egipcias) y paganas.

Esto permite introducir personajes que no están en la obra original, como el de Charo López, que interpreta a «un error del sistema», una guía turística que se atreve a cruzar el umbral que separa la vida de la muerte y que «pasa de imbécil a loca». La actriz está acompañada por otros pesos pesados, como Asier Etxeandia, Roberto Enríquez y Juan Codina, y por un cuerpo de siete bailarines que se mueven al ritmo de la música de Goran Bregovic.

La escenografía, espectacular, incorpora elementos audiovisuales y juega con los espejos para transmitir la idea de dolorosa eternidad.

* María Guerrero. Tel. 913 101 500. Precio: de 11 a 18 euros.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento