La tracción del crecimiento español en 2015 ha arrastrado a todas las comunidades autónomas. La región que menos elevó su actividad fue Cantabria y creció un 2,6%, ocho décimas más incluso que la media de la Unión Europea; y otras cinco, lideradas por la Comunidad Valenciana (+3,6%), avanzaron más que la media nacional del 3,2%, según la Contabilidad Regional anual publicada este miércoles por el INE.

Este brillo económico regional, sin embargo, esconde una historia de desigualdad. La brecha entre el PIB per cápita de Madrid y Extremadura –la autonomía más rica y la más pobre, respectivamente– se amplió el año pasado a 15.646 euros por habitante, la mayor distancia en lo que llevamos de siglo.

"Dos a uno. Es una constante fija en la historia económica española", explica a 20minutos el economista Antoni Alcover. Una proporció, casi mística y mantenida en el tiempo. Según Alcover, era Euskadi la que doblaba en los años 60 la riqueza de los extremeños. Madrid tomó después el relevo pero, pese al cambio de actores, la constante proporcional no varía.

El PIB madrileño en el año 2000 (21.333 euros por habitante) duplicaba ya los 10.145 euros anuales de la producción per cápita extremeña; y el año pasado, atendiendo a los datos publicados en esta jornada por el INE, se mantuvo la proporción. De nuevo, es el doble. Pero la brecha esta vez es la más amplia que se haya visto en los 15 años del siglo XX.

"Se amplía en épocas de crisis porque las regiones con menos PIB sufren más el paro", dice Alcover, que exhorta a repensar la financiación autonómica para reducir la brecha. No fue, en todo caso, Extremadura la región que peor ha remontado la última crisis, sino Asturias: la región norteña agregó en 2015 un PIB de 21.594 millones, un 9,9% inferior al que tenía en 2008.

Entre todas las comunidades, solo Madrid y Baleares pueden presumir de haber rebasado en 2015 la actividad económica que poseían antes de desatarse en 2008 la profunda crisis económica que atenazó las finanzas de todo el mundo. El PIB madrileño alcanzó el año pasado los 203.626 millones de euros, un 0,79% más que en 2008. La escalada balear es aún más acusada: 27.546 millones en 2015, un 1,9% más que siete años atrás.

"El crecimiento en el archipiélago tiene un motivo fundamental", explica Antoni Alcover, que pertenece al colegio de economistas de Baleares. "Desde 2011 se han recibido más turistas que antes visitaban Turquía y Egipto y que cambiaron de destino tras la primavera árabe", cuenta.

Pero el turismo no solo tira del crecimiento del PIB en Baleares, también lo hace en Madrid. En ambas regiones se observa un patrón parecido. La caída de la actividad en la construcción en los últimos siete años (un -49,6% en Baleares y un -50,92% en Madrid) se ha compensado por el crecimiento de los sectores más pegados al turismo, como son el comercio, la actividades de ocio y entretenimiento y el sector inmobiliario.

"El despertar inmobiliario por el turismo es evidente en Baleares", cuenta Alcover sobre un sector que ha crecido en las islas un 31,75% desde el año 2008 y que ha aportado 4.073 millones de euros a la economía balear. "Se ha notado el retorno del inversor extranjero en inmuebles, especialmente en los de mayor precio. Actualmente en Palma existen viviendas a un precio prohibitivo". El sector inmobiliario también creció un 27,23% en Madrid durante los años de la crisis.