Otra de las exigencias de la normativa es que el usuario debe conocer las tarifas antes de entrar en el aparcamiento en cuestión. Es en este punto y en el de identificación de vehículos, como pudo comprobar 20 minutos, en los que los estacionamientos vigueses todavía no se han puesto al día.

Algunos, como el de Velázquez Moreno o el de Porta do Sol no registran la matrícula de los coches que entran. En otros, como en el de la praza da Estrela, aunque sí identifican los coches no informan al usuario de cuánto va a costarle dejar su vehículo en ese aparcamiento.

El del Concello es uno de los que peor lleva el cambio, ya que ni siquiera ha adaptado las máquinas al cobro por minuto y ayer el pago por la estancia debía realizarse en mano.

El que sí cumple con todos los requisitos, de los parkings situados en el centro de la ciudad, es el de Rosalía de Castro. El mayor aparcamiento de Vigo, exceptuando los de los centros comerciales, fue el primero en adaptarse a la nueva normativa. Cobra por minuto desde hace más de un año, mucho tiempo antes de que entrara en vigor la ley, y además, aplica el redondeo a la baja. Este parking continúa abierto meses después de que el Tribunal Supremo sentenciara que es ilegal.

Apoyo a los consumidores

La Unión de Consumidores de España (UCE) aconseja a los usuarios de los aparcamientos que denuncien si la factura no se ajusta a lo que obliga la ley. Es decir, a facturar por tiempo real de uso, medido minuto a minuto. La UCE advierte que desde los parkings se están realizando prácticas que van contra la nueva normativa como tener cuotas de acceso, cobrar un minuto de permanencia o incrementar hasta 50 veces el precio del primer minuto.