La Audiencia Provincial de Almería acoge desde este martes el juicio contra varios miembros del clan de 'Los Antones' por la muerte a disparos de un hombre perteneciente al clan de 'Los Sheriff' que tuvo lugar en agosto de 2007 en el barrio de El Quemadero de la capital almeriense.

El Ministerio Público va a solicitar 18 años de prisión para Ab.S.H., perteneciente al clan de 'Los Antones', como presunto autor de un delito de homicidio, otro de lesiones y otro de tenencia ilícita de armas tras haber sido identificado como la persona que supuestamente efectuó el disparo que acabó con la vida de un miembro del clan de 'Los Sheriff' tras dispararle a la cara.

Según la calificación provisional de la Fiscalía consultada por Europa Press, los hechos se produjeron después de que los miembros de ambos clanes, a través de un mediador, acudieran a una cita en la vivienda de este para "resolver sus controversias" ante las desavenencias de meses anteriores, de forma que al encuentro se presentaron tres miembros de cada una de las familias.

Así, tras generarse una "pequeña disputa" entre ellos y bajo un ambiente de "tensión y nerviosismo", Ab.S.H. supuestamente se dirigió hacia la puerta del salón y sacó un arma con la que disparó en el muslo a uno de los miembros del clan contrario apodado 'El chules', ha agregado el documento ministerial.

A partir de ahí, se desencadenó un tiroteo en el interior de la vivienda en la que F.D.S.L., de 'Los Antones' y para el que el fiscal solicita cinco años y medio de prisión, supuestamente disparó en el muslo contra un miembro de la familia rival apodado 'El ñoño'.

Fue justo después cuando los hermanastros An.S.H, para el que se piden cinco años y medio de prisión, y Ab.S.H efectuaron al menos dos disparos contra la víctima apodada 'Bruce Lee', según sostiene la Fiscalía, de modo que el primero de ellos le produjo una herida en un glúteo mientras que el segundo le disparó en un ojo, lo que le causó una herida "mortal de necesidad" que le produjo el "fallecimiento inmediato" en el suelo de la terraza por la que había tratado de escapar.

Tras un "intenso tiroteo" que se desarrolló "tanto en el interior como en el exterior del domicilio" y que "continuó cuando en medio de la confusión todos los integrantes de la reunión pretendían salir apresuradamente de la vivienda", varios de los supuestos implicados lograron escapar en varios coches que había en la puerta de la casa.

Modificación del escenario del crimen

Una vez acabaron los disparos, el mediador identificado como B.G.C. volvió a su vivienda y requirió la presencia de dos personas más para "sacar al exterior" del inmueble el cuerpo del fallecido. Igualmente, trató de limpiar la sangre que se había derramado en varias estancias de la casa y recogió diversos casquillos de balas que "ocultó en el interior de una chimenea".

En este sentido, el fiscal observa que con su acción, el mediador y sus dos colaboradores "alteraron" tanto el cuerpo como "algunos de los instrumentos delictivos" del lugar de los hechos, con lo que "modificaron las pruebas".

El fiscal pide para el mediador dos años y medio de prisión por un presunto delito de encubrimiento mientras que para sus supuestos colabores solicita tres años y medio en el caso de C.O.G., a quien el momento de su arresto se le encontró un arma para la que no tenía licencia, y dos años para J.H.P.

El Ministerio Público interesa también el pago por parte del principal encausado a la familia del fallecido de 140.000 euros en concepto de responsabilidad civil, así como 3.900 euros más por las lesiones creadas a uno de los tiroteados. Del mismo modo, interesa el pago de 4.890 euros por parte de F.D.S.L a otro de los heridos por las lesiones.