Precursores y pioneros de la alta costura utópica y enloquecida

  • La exposición 'Utopías de la moda' demuestra que la heterodoxia y lo experimental empezaron a jugar un papel clave en el diseño de moda a partir del siglo XV.
  • Hay ejemplos de cretividad desde el Renacimiento pese a que la alta costura nació en el XIX con el inglés Worth, el primero en firmar diseños.
  • La muestra exhibe grabados e ilustraciones de trajes imposibles y accesorios desacostumbrados y redescubre a creadores avanzados como el francés Petitot.
Tres de los grabados que se presentan en la exposición de moda utópica
Tres de los grabados que se presentan en la exposición de moda utópica
© MAK
Tres de los grabados que se presentan en la exposición de moda utópica

Aunque se tiende a pensar lo contrario, la creación de prendas exclusivas de vestir a la medida del cliente, con telas de alta calidad caras e inusuales y el proceso completo culminado a mano, sin intervención de maquinaria industrial, es decir la alta costura, no es un producto del siglo XX. Suele atribuirse la patente de la idea al modisto inglés Charles Frederick Worth (1826-1895), el primero en firmar sus diseños porque estaba convencido de que merecían la misma categoría que cualquier otra disciplina artística.

Con el tiempo los criterios para que un diseño sea considerado de haute couture fueron regulados por ley por los franceses, que siempre consideraron que la paternidad de la elegancia es privativa de su país. Una federación oficial estableció en 1945 unos criterios básicos, revisados en 1992, que deben cumplir las casa de moda que quieran vender alta costura.

Tener 'atelier'en París

Se trata de un organismo gremial con estructura de sindicato de elegidos —es fácil imaginar los miembros actuales: Dior, Chanel, Valentino, Armani y demás estrellas— que concede el placet a los nuevos candidatos y exige, entre otras singulares condiciones, tener un atelier en París que cuente por lo menos con 20 empleados a tiempo completo. Desde los años ochenta del siglo XX el monopolio y los privilegios se han derrumbado y el prêt-à-porter, lista para llevar o moda pronta, se presenta y es entendido por el público como alta costura y, en sentido contrario, los divinos de la haute couture también firman colecciones de prêt-à-porter.

Ni siquiera la estridencia que caracteriza a la moda de diseño es cosa cercana en el tiempo. Desde el Renacimiento hay ejemplos de creatividad y experimentación, como demuestra la singular exposición Mode-Utopien: Haute Couture in der Grafik (Utopía de la moda: la alta cultura en las artes gráficas), una iniciativa del Museo Austriaco de Artes Aplicadas de Viena (MAK en las siglas en alemán), que ha echado mano a su gran colección de grabados e ilustraciones —tienen unos 250.000 volúmenes— para demostrar que la heterodoxia llegó muy pronto a la creación o invención de vestimentas.

Trajes estrambóticos neoclásicos

La muestra, que podrá verse entre el 13 de abril y el 4 de septiembre, exhibe grabados e ilustraciones de trajes imposibles y accesorios desacostumbrados tan antiguos como de 1625. Redescubre también a creadores avanzados como el decorador y arquitecto francés Ennemond Alexandre Petitot (1727-1801), que proporcionaba a los nobles y potentados del rococó extravagancias como Mascarade à la Grecque (Mascarada a la griega, 1771), una colección de trajes estrambóticos que de ningún modo se ajustaban a la forma humana pero hibridaban, como presagio satírico de lo que sucede actualmente con la moda más avanzada y mutante, formas arquitectónicas y elementos neoclásicos con prendas de vestir.

La importancia histórica del periodismo de moda también es anotada en la muestra con la visión de las primeras revistas especializadas. Publicada entre 1786 y 1827, el Journal des Luxus und der-Moden fue la respuesta centroeuropea a la francesa Élégance Parisienne y otras publicaciones que abundaron en la capital del Sena durante los siglos XVIII y XIX.

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