El juez encargado de investigar la muerte de una niña de seis meses el pasado 11 de agosto en el hospital General Yagüe de Burgos, al que fue derivada desde Valladolid con síntomas de haber sido golpeada, decretó hoy prisión provisional sin fianza para la cuidadora, una vecina de Laguna de Duero de 38 años.

Ordenó su envío a prisión tras tomar declaración a la canguro este mediodía, a pesar de que la imputada se reafirmó en su versión inicial de que la niña se atragantó mientras tomaba una papilla y que las lesiones que presentaba se pudieron derivar de sus intentos por reanimarla.

El juez recuerda además en la resolución que, si bien en un primer momento no se contaba con indicios de delito, la incorporación de nuevas pruebas ha puesto de manifiesto que la versión inicial dada por la acusada no era posible.

Más que un zarandeo

"La naturaleza de las lesiones recibidas por la fallecida no es compatible con un zarandeo en un intento de salvar un atragantamiento. No se duda de la existencia de éste...pero es innegable la existencia de lesiones traumáticas en el bebé, que a la postre le provocaron la muerte", dice el juez en las diligencias, quien considera discutible si la muerte fue intencionada o por una imprudencia.

En cualquiera de los casos

La cuidadora fue detenida ayer por la tarde en la localidad zamorana de Guarrate, donde se encontraba pasando las vacaciones en compañía de sus padres.