Palencia, tesoro románico: cuatro rutas por sus pueblos e iglesias

  • Palencia es la provincia de Europa que más monumentos románicos atesora.
  • Cuatro rutas por 38 municipios palentinos permiten descubrir esta riqueza.
  • Permitirán conocer el románico palentino y descubrir los paisajes naturales de esta provincia y su riqueza gastronómica.
Colegiata románica de San Salvador, en San Salvador de Cantamuda (Palencia).
Colegiata románica de San Salvador, en San Salvador de Cantamuda (Palencia).

WIKIPEDIA/Valdavia
Colegiata románica de San Salvador, en San Salvador de Cantamuda (Palencia).

Aunque desconocida para la mayoría, la provincia de Palencia guarda muchos tesoros. Como poco dos: su naturaleza –desde los campos de Castilla hasta la montaña palentina, lindando con los Picos de Europa– y su románico. Si alguien quiere asistir a una clase de arte románico en suelo ibérico debe visitar las iglesias de Palencia.

Para conocerlo, la Diputación de Palencia ofrece al visitante la posibilidad de conocer este tesoro románico durante la Semana Santa. Se trata de cuatro rutas por 38 municipios que permiten descubrir la riqueza de la provincia de Europa que más monumentos románicos atesora. Estas rutas permitirán al visitante no sólo conocer el románico palentino, sino descubrir los paisajes naturales y espectaculares de esta provincia y la riqueza gastronómica de sus pueblos.

Primera ruta

La primera de las rutas 'El Boedo y La Ojeda' discurre por nueve localidades de estos dos valles y parte desde Collazos de Boedo, donde se encuentra la iglesia de Santa Lucía. Continúa la ruta por la iglesia de la Purificación de Calahorra y la iglesia de San Pedro de Moarves. En Moarves de Ojeda se encuentra la iglesia de San Juan Bautista.

La ruta sigue hasta la iglesia de Santa Eufemia de Olmos de Ojeda, una "joya arquitectónica" que es el único vestigio de lo que fuera el Real Monasterio de Frailas Comendadoras de Santiago. La siguiente parada es la iglesia de la Asunción de Quintanatello; el templo dedicado a San Fructuoso en Colmenares; y concluir el periplo en Perazancas, con dos visitas obligadas, la ermita de San Pelayo y la iglesia de La Asunción.

Segunda ruta

Nueve municipios forman parte de la segunda ruta, que parte de la iglesia de San Juan de Nogales de Pisuerga para continuar por los templos de Santa María y el de San Pedro de Becerril de Carpio y llegar hasta una de las joyas del Románico, el monasterio de Santa María de Mave, que tiene su origen en un cenobio del siglo IX y donde destaca el color rojizo de la piedra empleada en su construcción.

Sigue esta segunda ruta por la iglesia de El Salvador de Pozancos, tras lo que continúa hasta la iglesia rupestre de Santos Justo y Pastor de Olleros de Pisuerga, excavada en la roca. Completan el recorrido la iglesia de San Esteban de Lomilla; la iglesia de San Andrés de Gama, el templo dedicado a Santa María en Renedo de la Inera y el de San Miguel de Rebolledo de la Inera.

Tercera ruta

La tercera ruta –que discurre por ocho municipios del norte– parte desde Aguilar de Campoo –el pueblo que huele a galleta–, con su imponente colegiata y su majestuoso monasterio de Santa María la Real. Llega a la iglesia de Santa Cecilia de Vallespinoso; la ermita de Santa Eulalia y la iglesia de la Asunción de Barrio de Santa María y el templo dedicado a San Andrés en Cabria, que data del año 1222.

Prosigue la ruta por la iglesia de Santiago Apóstol de Cezura; la iglesia de Santa Juliana de Corvio, del románico tardío; el templo de San Martín Obispo de Matalbaniega, único resto de un antiguo monasterio y la iglesia de San Juan Bautista de Matamorisca, ejemplo de la transición del románico al gótico.

Cuarta ruta

La última de las rutas, que lleva al visitante por doce localidades, parte desde la iglesia de San Juan Bautista de Villavega, para seguir por la iglesia de Santa María la Real de Cillamayor y llegar hasta el municipio de Revilla de San Juan, con parada obligada en su iglesia de San Cornelio y San Cipriano. Continúa el recorrido por la iglesia de Santa María de Villanueva de la Torre, la también iglesia de Santa María de Valberzoso y la iglesia de San Pedro Apóstol e Villabellaco.

La siguiente parada es la iglesia de San Cebrián de Mudá, para continuar hasta la vecina localidad de Mudá y visitar su templo dedicado a San Martín y seguir hasta la iglesia de San Salvador de Cantamuda, que fue tanto monasterio como colegiata. La iglesia de El Salvador de Rebanal de las Llantas, que atesora en su interior una magnífica pila bautismal del siglo XII; la iglesia de la Transfiguración del Señor de Traspeña y el templo dedicado a La Asunción de Pisón de Castrejón completan este cuarta ruta.

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