El Gobierno vasco está diseñando un plan de inversiones para Arcelor Zumarraga como alternativa al cese parcial de actividad de la planta y apuesta por el desarrollo de nuevos productos y mercados. Asimismo, en caso de ser preciso un ajuste o una reubicación de trabajadores, propone elaborar un plan social con medidas no traumáticas.

El Ejecutivo, que ha manifestado nuevamente su disconformidad con la decisión empresarial, ha trasladado al comité este plan y su postura de que la planta será sostenible si se acometen determinadas inversiones.

El Gobierno vasco, que ha denunciado que la reestructuración del sector del acero en el Estado se haya centrado "sólo" en Euskadi, precisa que, como primera alternativa a ese cierre parcial está diseñando, de acuerdo con una planificación previamente elaborada por la empresa y planteada al Ejecutivo en septiembre de 2015, un plan de inversiones "concreto y detallado".

En este sentido, se compromete a colaborar con la empresa en las "necesarias inversiones y aplicación de nuevas tecnologías que permitan a la planta ser competitiva y diversificar sus productos".

El Gobierno apuesta porque se lleve a cabo una mejora de la calidad y desarrollo de nuevos productos/mercados, y de la eficiencia en procesos e instalaciones, así como en el ámbito medioambiental. También plantea un aumento de producción en aceros destinados al mercado de aplicaciones especiales y de automoción y la puesta en marcha de una nueva concepción del área de acabado/conformado para productos de alto valor añadido.

En el caso de que la opción de realizar inversiones y mantener abierta la empresa tuviera asociada la necesidad de proceder a un ajuste parcial y la reubicación de un número de sus trabajadores, propone realizar una primera aproximación con un plan social que considere medidas no traumáticas de prejubilaciones, bajas incentivadas y traslados pactados con la representación de los trabajadores.

Otra medida sería elaborar plan para la reindustrialización de la zona de Urola Garaia y, para ello, las instituciones trabajarían de forma conjunta con la empresa y con una consultora especializada en un plan que permita minimizar el impacto social y económico de estos posibles ajustes.

En este punto, plantea comenzar con la reubicación de algunos trabajadores en otras empresas de la zona y que se establezca como objetivo la atracción de nuevos proyectos industriales.

También plantea continuar trabajando en Europa para lograr medidas antidumping ante el acero chino, reforzar el trabajo en Madrid y Bruselas para establecer medidas "que permitan garantizar la competitividad de los grandes consumidores de energía eléctrica" y también defiende trabajar con la UE para que se deje de excluir al sector del acero como uno de los sectores "a los que se puede apoyar de forma expresa".

(habrá ampliación)