Art Basel Hong Kong inauguró este martes su cuarto año en esta ciudad con su edición más global y el objetivo de esquivar la inestabilidad económica de China, donde la industria del arte sigue en línea descendente por quinto año consecutivo. La feria de arte moderno y contemporáneo más popular del mundo ha abiertos sus puertas a sus clientes más exclusivos, los coleccionistas, y batiendo un récord de participación, con 239 galerías de 35 países.

"Para este año se espera superar la cifra de visitantes de 2015", ha confirmado Adeline Ooi, quien debuta este año como responsable de Art Basel en Asia, y que se mostró confiada en que esta edición se cierre con buenos negocios pese a la inestabilidad financiera y económica en China: "Hemos visto pasar las crisis de 1997, 2008 y aquí seguimos al frente, con confianza y con una gran sonrisa, esperamos visitantes de más de 70 países. Asia cuenta con grandes coleccionistas de arte al margen de los chinos, y esperamos también a otros venidos de otras partes del mundo", ha subrayado.

Pese a la insistencia de resaltar la internacionalización en esta edición de la feria, llamada Art Asia antes de que fuera absorbida por Art Basel, los artistas con más proyección para este 2016 siguen siendo asiáticos, a tenor del volumen y el espacio ocupado por sus trabajos en el recinto ferial hongkonés.

Entre ellos resaltan los trabajos de artistas como el filipino Roberto Chabet, el indonesio Tintin Wulia, o la artista coreana Kyungah Ham, que presentará un seria de pinturas con bordados con referencias políticas sobre las dos Coreas, elaborados de forma clandestina en Corea del Norte.

La diversificación artística vuelve a jugar un papel destacado en esta edición, que llega con una robusta oferta de cine documental y de ficción. Serán un total de 70 proyecciones en su espacio concedido a este género, dirigido por el artista pequinés Li Zhenhua.