Andalucía Acoge ha calculado que unas 5.000 personas refugiadas han entrado en el último año por la Frontera Sur, en su mayoría sirios que huyen de la guerra y que mayoritariamente continuaron su viaje hacia otros países europeos, toda vez lamenta que la gestión de la frontera que están haciendo los gobiernos de la Unión Europea "está dando las llaves de las vida de esas personas a las mafias".

En declaraciones a Europa Press, la presidenta de la federación, Sylvia Koniecki, que ha recordado que el próximo lunes 21 de marzo se celebra el Día internacional contra el racismo y la xenofobia, ha afirmado que el pacto entre la UE y Turquía "tiene una suerte de continuidad con las políticas migratorias que se están realizando desde la UE en las últimas décadas, que es la apuesta por el blindaje de las fronteras y la externacionalización del problema".

"Devolver a personas a terceros países donde además sabemos que el respeto por los derechos fundamentales de las personas migrantes son puestos en cuestión tiene lamentablemente una suerte de continuidad con las políticas que ya se vienen haciendo en la UE", reitera Koniecki, que ha recordado que en España "se legalizaron hace un año las devoluciones en caliente" a un país como Marruecos "donde también conocemos los atropellos a los derechos humanos", critica.

Igualmente, Andalucía Acoge quiere llamar la atención sobre "esta distinción muy interesada entre los refugiados y los llamados migrantes económicos", cuando todos ellos "están huyendo de alguna situación en concreto, ya sea la falta de perspectiva en el futuro, el hambre o una guerra".

"No es inocente hacer una distinción ni que se pueda aprovechar esta crisis de la personas refugiadas para intentar mermar los derechos de todas las personas que quieren acceder a Europa", manifiesta la presidenta de la federación.

En este sentido, afirma que "este tipo de gestión de las fronteras y las inmigración lo que está haciendo es empujar a la gente hacia la clandestinidad", porque " se le está dando la oportunidad para migrar de una forma más normalizada y se les está dando la llave de la vida de esa personas a las mafias", concluye.