Cerca de 200.000 personas han visitado hasta el momento, y desde su apertura el 12 de junio, la exposición estrella de la temporada en el Museo Thyssen-Bornemisza: Van Gogh. Los últimos paisajes, que aún permanecerá abierta hasta el próximo 16 de septiembre.

Ante el éxito de público y el interés por visitar la exposición en sus dos últimas semanas, el Museo ha decidido ampliar los días de apertura, permitiendo el acceso a la muestra hoy y el próximo lunes 10 de septiembre, o lo que es lo mismo, dos días más. Las entradas se pueden adquirir con antelación en la web del museo www.museothyssen.org/entradas o en la taquilla de la pinacoteca.

Un fecundo final

Van Gogh salió del manicomio en el que llevaba un año internado en mayo de 1890. Buscando la calma y la tranquilidad, se trasladó a Auvers-sur-Oise, un pequeño pueblo a una hora de París. Pero no encontró la paz, o le duró muy poco. Sólo dos meses después se suicidó pegándose un tiro. Sin embargo, no murió en el acto y estuvo agonizando durante dos días. Tenía 37 años.

Ésta es la primera vez que una exposición se dedica en exclusiva a la obra que el pintor creó durante su etapa en Auvers. Fue un periodo corto, pero muy fecundo en lo artístico. En los 70 días que Van Gogh estuvo en esa villa francesa produjo unas 72 pinturas, 33 dibujos y un grabado. El Museo Thyssen-Bornemisza ha reunido para esta muestra 29 obras de ese periodo, procedentes de museos públicos y colecciones privadas de todo el mundo.

Un lugar para pintar y morir

Nada más llegar al pequeño pueblo, Van Gogh escribió a su hermano Theo acerca del lugar: «Los chalés modernos y las casas de campo burguesas me parecen casi tan bonitos como esas viejas chozas que se caen en ruinas». Las chozas, chalés, calles, caminos, riberas y trigales de Auvers fueron lo último que pintó Vincent antes de suicidarse.

* Museo Thyssen-Bornemisza: paseo del Prado, 8. Todos los días, de 10.00 a 19.00 horas. Hasta el 16 de septiembre. 5 euros.