Los establecimientos turísticos del área metropolitana de Barcelona afrontan con optimismo la Semana Santa.

En la costa norte de Barcelona, la ocupación hotelera se estima que será mejor que la de otros años y Calella, capital turística del Maresme, prevé rozar el 90% de ocupación.

En el extremo sur, las previsiones apuntan a cifras similares a las del año pasado: en la zona del Garraf los hoteleros de Sitges prevén lograr el 85% de ocupación, mientras que en el entorno de Castelldefels (Baix Llobregat) se prevé superar el 60%.

No obstante, todos coinciden en que la meteorología y las reservas de última hora serán clave para consolidar estas previsiones. En cuanto a los campings, se prevé un pleno absoluto esta Semana Santa, tanto en los destinos de costa como en el interior de las comarcas de Barcelona.

El grueso de la ocupación turística de esta Semana Santa llegará, como es costumbre, entre jueves y lunes, en los días festivos de Viernes Santo y Lunes de Pascua. A pesar de que este último sólo se celebra en Cataluña, las estancias de los visitantes acabarán en domingo, en  la mayoría de los casos.

En el extremo norte de la costa barcelonesa, las previsiones auguran un año más bueno que el anterior. En Calella, en la Costa del Maresme, la previsión de ocupación es del 90%. En total en este municipio hay una treintena de establecimientos abiertos.

Como ha explicado la gerente de la Asociación Turística de Calella, Montse Cordón, en caso de que se cumplieran las previsiones, la ocupación estaría por encima de la del 2015, que fue de un 85%.

Las principales nacionalidades que visitarán Calella serán, después del turismo de proximidad y del estado español, franceses, ingleses, alemanes y rusos.

En el extremo sur, en cambio, la ocupación no se prevé tan elevada. Desde la Oficina de Turismo de Castelldefels, la ocupación media de la veintena de hoteles del municipio, que ya tendrán abierto por Semana Santa, será de un 62% de ocupación, una cifra sensiblemente inferior a la registrada el año pasado.

El mal tiempo de las últimas semanas ha frenado el número de reservas y el sector confía, cómo ha pasado otros años, que si el tiempo mejora de aquí a jueves de la semana próxima, las reservas de última hora ayudarán a mejorar la ocupación y situarla en los niveles habituales por estas fechas de la temporada.

Por zonas, los hoteles más próximos a la playa son los que lograrán un grado de ocupación más alto entre viernes y lunes.

A pesar, de que es más difícil de contabilizar, los técnicos creen que la cifra de ocupación en los apartamentos turísticos será muy similar y  se situará entorno el 60% sin tener en cuenta las reservas de última hora.

En el Garraf, los hoteles de Sitges afrontan los días festivos de Semana Santa con unas expectativas del 85% de ocupación. Para llegar, será clave la previsión meteorológica, según ha reconocido el presidente del Gremio de Hostelería, Joan Anton Matas, quien ha asegurado que es un periodo donde predominan las "reservas de última hora".

De momento, la ocupación en los hoteles de 4 y 5 estrellas se sitúa entorno al 70%, mientras que al resto roza el 80%.

Si no se anuncian lluvias, el Gremio calcula que se animarán las reservas y podrán llegar al 85%,de ocupación, como el año pasado. Según ha explicado Matas, la mayoría de los visitantes que harán estancia en Sitges entre Viernes Santo y Lunes de Pascua serán franceses, catalanes y norteños del estado español.

La dinámica general en esta época de vacaciones son las reservas a modo de alojamiento y almuerzo, con previsión de comer y cenar fuera de los hoteles. En este sentido, el presidente del Gremio de Hostelería ha recordado que en el 2015 se registró "una ligera mejora" del gasto mediano por persona a los establecimientos del municipio.

El sector de los campings afronta la Semana Santa con optimismo y prevé rozar el 100% de ocupación. "El mercado se ha recuperado bastante y las cifras de reservas están por encima de otros años", explica el presidente de la Asociación de Campings de las comarcas de Barcelona, Francisco José Caballé.

Las cifras son especialmente buenas en las reservas de bungalows, mientras que la reserva de parcelas de camping confía en los clientes de última hora para llegar al pleno. Caballé detalla que el turismo extranjero es el que más cae y explica que la demanda está repartida, tanto en las zonas de playa como en las de montaña.