El portavoz parlamentario de AGE, Xosé Manuel Beiras, ha pedido amparo a la valedora do Pobo, Milagros Otero, después de la resolución del presidente del Parlamento, Miguel Santalices, por el que se verá privado de sus derechos como diputado autonómico durante 15 días.

El veterano político fue expulsado del hemiciclo gallego este miércoles por parte del presidente de la Cámara, Miguel Santalices, después de encararse a un diputado del PP gallego en el marco del debate de una iniciativa para pedir el rescate a la gestión pública del nuevo hospital de Vigo.

La Presidencia de la Cámara apeló al artículo 108 del Reglamento de la Cámara, el que alude a casos de alteración del orden "muy graves", tanto de "obra" como de "palabra". En el caso de Beiras, en la resolución emitida por Santalices, se recoge que se alteró el pleno "de obra y de palabra".

Ante la resolución de Santalices, que podría ser de un máximo de un mes y que se fijó en una pérdida de derechos durante 15 días, Beiras ha pedido audiencia a la valedora do Pobo, por ver lesionados sus derechos.

"ARBITRARIA"

En el escrito, el portavoz parlamentario de AGE apunta que se dirige a Otero porque entiende que acaba de ser "objeto de una resolución arbitraria, discriminatoria y lesiva" para su condición de representante de los ciudadanos, que lo "eligieron para defender sus derechos e intereses".

"Y no para acatar órdenes injustas que pretenden amordazarme y que violan el principio de nuestra inmunidad parlamentaria", ha apostillado.

Así, con estos motivos, Beiras explica que acude a la institución del Valedor y a su "amparo" como "ciudadano de esta Comunidad Autónoma", y le pide a Milagros Otero que lo reciba en audiencia pasado el periodo de Semana Santa.

Suspendido en los 80

En el escrito dirigido a la valedora, el portavoz parlamentario de AGE también adjunta la resolución remitida por el presidente de la Cámara y que firmó este mismo miércoles.

Beiras ya había sido suspendido en una ocasión en los años 80 por parte del presidente popular Victorino Núñez. En aquella ocasión, recurrió al Tribunal Constitucional, que le acabó dando la razón dos años después.