La Comisión de Defensa del Congreso ha aprobado este jueves una proposición no de ley en la que pide al Gobierno que adopte las medidas que sean necesarias para que el acuartelamiento del Ejército de Tierra 'Sancho Ramírez', en Huesca, mantenga su funcionamiento y actividad en los próximos años y, por tanto, no se produzca su cierre en 2016.

La proposición no de ley, que fue presentada por el Grupo Socialista, ha contado con el apoyo de PSOE, Ciudadanos, Democracia y Libertad y UPN, mientras que el Grupo Popular ha votado en contra y Podemos se ha abstenido.

La iniciativa advierte de que si se cerrara el cuartel de Huesca, como está previsto en función de la reorganización del Ejército de Tierra que trasladaría su Unidad de Transportes a Zaragoza, el "coste para la economía local" se elevaría a "más de ocho millones de euros al año, con las consiguientes consecuencias para la estructura demográfica y productiva de una ciudad pequeña".

Huesca "desaparecería del mapa de la defensa nacional"

Y es que, según el PSOE, el cierre del 'Sancho Ramírez' supondría que cerca de 300 familias, entre personal militar y civil, se verían obligadas a abandonar Huesca, ciudad que, a su vez, "desaparecería del mapa de la Defensa Nacional" junto con "otras dos infraestructuras militares ubicadas en los municipios de Fornillos e Igriés vinculadas a este acuartelamiento".

Para los socialistas, "las razones para el traslado de la Unidad de Transportes del Ejército de Tierra no se sostienen ni bajo los criterios de planificación", ya que "Huesca se encuentra conectada por autovía a Zaragoza, en apenas 70 kilómetros", ni de "costes de mantenimiento de tener este acuartelamiento activo".