El Juzgado de Menores número 1 de Málaga ha condenado a dos menores a nueve y a cinco años de internamiento en régimen cerrado, respectivamente, por matar a un joven de 23 años en abril del pasado año en la barriada de Las Albarizas, en la localidad malagueña de Marbella. Además, a uno se le imponen cinco años de libertad vigilada y al otro, tres años.

Los dos menores han sido condenados por un delito de asesinato, uno como autor, al que también se le condena por tenencia ilícita de armas, y el otro, al que se le absuelve por la tenencia, como cómplice. Según se declara probado en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, los días previos al hecho, los dos menores indagaron en la barriada sobre dónde residían las personas que les habían sustraído unas armas.

Los menores, según la resolución, que se puede recurrir, llegaron a comentar que cuando se enteraran de quién les había robado las pistolas "lo matarían" y, al sospechar de la víctima, fueron incluso a su casa con unos guantes de látex para preguntarle si había sido él quien las había robado y para advertirle de que "si no les devolvía las armas se atuviera a las consecuencias".

El día de los hechos, los dos menores estaban junto a otro joven cuando pasó por allí la víctima. Dice la sentencia que entonces, éstos vieron que era "una ocasión propicia para acabar con la vida" del hombre y, provistos ambos con guantes, mientras uno iba a su casa, el otro se quedó hablando con la víctima, que estaba sentada en su coche.

El menor que había subido a su casa bajó y fue hacia el coche, momento en el que el que hablaba con la víctima se apartó, realizando el otro un primer disparo y luego otros tres ya con la pistola dentro del vehículo, que ocasionaron la muerte al hombre, según la sentencia.

El juez establece que la familia del fallecido sea indemnizada por el condenado como autor con 300.000 euros, respondiendo subsidiariamente el otro, según la resolución adelantada por el diario 'SUR'.

Según la sentencia, ambos acusados presentan numerosos factores de riesgo y de probabilidad de reincidencia delictiva y, a la hora de establecer las medidas, "dada la extrema gravedad del delito por el que han sido condenados por el que se ha acabado con la vida de una persona", se ha tenido en cuenta otros componentes "además del educativo y resocializador".