Pese a que en las escuelas, en las facultades y en los centros de trabajo predomina la presencia femenina, la realidad es que la mayoría de los recién nacidos son varones. Al menos eso es lo que ocurre en Granada en la última década.

Entre 1996 y 2006, llegaron al mundo 2.768 niños más que niñas en nuestra provincia. De hecho, en cada uno de esos años los nacimientos de chicos fueron siempre superiores a los de chicas. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) lo dejan claro: 51.251 alumbramientos de varones y 48.483 de féminas.

Pero según Miguel Ángel Díaz, ginecólogo de maternidad del Hospital Virgen de las Nieves, en la pubertad se alcanza el equilibrio entre ambos sexos, ya que en la etapa infantil mueren más niños que niñas. «Hay más abortos de varones que de hembras», asegura.

Además, existe una explicación científica para justificar que la mortalidad masculina en esos años sea más alta: los cromosomas. El cromosoma X es el portador de numerosas enfermedades. Como los hombres (XY) sólo tienen uno de este tipo, si trasporta alguna anomalía puede bloquear el crecimiento del niño. En el caso de las mujeres (XX), como tienen dos, hay más posibilidades de que siga adelante si el segundo está sano.

Mortalidad

Esta paridad entre hombres y mujeres se mantiene hasta la madurez. Según Miguel Angel Martín, la balanza se descompensa a partir de los 50 años y a los 60 ya es una realidad. Este hecho queda demostrado con datos, ya que entre 1996 y 2006 murieron 4.059 varones más que mujeres en Granada. Como en los nacimientos, en cada uno de esos años, fallecieron más hombres que féminas.

Vivos hasta los 80 años

Es la media de esperanza de vida de los granadinos. En las mujeres, esta edad sube hasta los 82,23 años, mientras que los hombres mueren a los 76,23. Es decir, ellos viven seis años menos que ellas. Comparando los totales, hemos ganado casi dos años de vida en la última década. Vivimos un año más que la media andaluza y uno menos que el resto de los españoles