La Audiencia Provincial de Cantabria impondrá una multa de 360 euros a un policía nacional que utilizó la porra para golpear a dos menores, de 15 años cuando ocurrieron los hechos, que ofrecieron resistencia cuando el agente pretendía detenerlos.

El funcionario público, que iba a ser juzgado este miércoles, ha reconocido los hechos, que tuvieron lugar en el año 2012, y ha admitido la pena solicitada por el fiscal por la comisión de dos faltas de lesiones. La Audiencia dictará sentencia en los mismos términos.

Según el escrito del ministerio público, el acusado y su compañero llegaron al lugar por requerimiento de un taxista, que denunciaba problemas en la Avenida del Deporte de Santander.

El taxista les indicó por donde huían las personas que habían motivado la intervención policial y, entonces, el acusado emprendió la marcha tras ellos. Tras saltar una valla de dos metros, los menores fueron alcanzados, mostrando resistencia a ser detenidos.

Como consecuencia de la persecución y tras saltar la valla, el ahora acusado cayó sobre uno de ellos, "pudiendo causarle de forma accidental y fortuita" una herida incisa en la cabeza, que precisó sutura con grapas.

Una vez alcanzados, "de forma innecesaria y ante la resistencia ofrecida, el acusado hizo uso de su arma reglamentaria frente a ellos", provocando lesiones en el hombro a uno de los menores y en el tórax y en el glúteo al otro.

Los chicos tardaron en curarse de sus heridas 10 y 6 días, respectivamente. La asistencia sanitaria prestada por el Servicio Cántabro de Salud (SCS) ha ascendido a un total de 766 euros, cantidad que ha consignado el acusado.

También ha abonado, en concepto de responsabilidad civil, sendas indemnizaciones a los menores de 1.500 y 500 euros, por las lesiones y secuelas sufridas.