El Gobierno canario vigilará el impacto de los nuevos parques eólicos en aves y murciélagos

La Consejería de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad del Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Protección de la Naturaleza, ha puesto en marcha un Programa de Vigilancia Ambiental para prevenir y corregir los posibles impactos de los nuevos parques eólicos sobre aves y murciélagos.
Nieves Lady Barreto
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Nieves Lady Barreto

La Consejería de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad del Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Protección de la Naturaleza, ha puesto en marcha un Programa de Vigilancia Ambiental para prevenir y corregir los posibles impactos de los nuevos parques eólicos sobre aves y murciélagos.

En comisión parlamentaria, en respuesta a una pregunta planteada por el Grupo de Podemos, la responsable del área, Nieves Lady Barreto, explicó que la Dirección General, en cooperación con el Servicio de Biodiversidad y el Servicio de Impacto Ambiental, ha establecido que este programa vaya incluido en las declaraciones de impacto ambiental de las nuevas instalaciones eólicas.

La consejera indicó que este programa tiene por objeto detectar la posible mortalidad en aves y murciélagos ocasionada por los aerogeneradores y las líneas de evacuación; conocer el efecto de las instalaciones eólicas sobre la composición y abundancia de las comunidades de estas especies y, en función de los datos obtenidos, adoptar las medidas paliativas y correctoras que correspondan.

Nieves Lady Barreto precisó que el programa varía en función del riesgo de afección para las especies amenazadas, distinguiendo entre riesgo significativo, medio y bajo. En el caso de instalaciones eólicas con riesgo significativo de afección a especies amenazadas, se hará, durante el primer año, un seguimiento mensual de la mortalidad en la totalidad de los aerogeneradores y en la línea eléctrica de evacuación.

Si existe riesgo de afección a murciélagos catalogados en peligro de extinción o vulnerables, se realizará un seguimiento específico con dos muestreos mensuales entre los meses de mayo y noviembre. A partir del segundo año, si no se ha detectado una mortalidad relevante de especies protegidas, el seguimiento se hará en los meses de mayo y noviembre.

En las instalaciones de riesgo de afección medio, el seguimiento será trimestral durante el primer año y en los meses de mayo y noviembre a partir del segundo año. Y para las instalaciones con riesgo de afección bajo, el seguimiento será semestral durante el primer año y anual a partir del segundo año.

En cualquier caso, independientemente del nivel de riesgo, durante los tres primeros años de funcionamiento de la instalación eólica se realizará un censo anual de aves en su periodo reproductor y otro de murciélagos entre los meses de mayo y octubre, aclaró la consejera.

Periódicamente, con los datos extraídos del seguimiento, se remitirá un informe al Servicio de Impacto Ambiental del Gobierno de Canarias, que determinará las medidas paliativas y correctoras oportunas. El Ejecutivo podrá, en cualquier momento, realizar inspecciones para comprobar la aplicación del Programa de Vigilancia Ambiental.

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