El profesor de inglés de una academia acusado de abusar sexualmente de dos menores ha asegurado que no ha "tocado las partes íntimas a los niños" a los que daba clase, aunque ha admitido que a veces les daba abrazos y besos, en las mejillas y en la cara, pero era "algo esporádico".

Así lo ha manifestado J.A.N.S. este martes en el juicio celebrado contra él en la Sección Tercera de la Audiencia de Cantabria, y en el que también han declarado los menores implicados, a puerta cerrada, y sus padres.

El procesado, para el que fiscal pide nueve años de cárcel, ha señalado que "nunca jamás" habló con sus alumnos de temas sexuales, ni les realizó tocamientos. Según ha indicado, en una ocasión, mientras veían una película en clase, un niño se sentó en sus rodillas y él le agarró de las manos y le levantó.

Fue un hecho "puntual", algo "muy esporádico", ha expresado, para apuntar a continuación que otros alumnos comenzaron a hacerlo "como un juego", es decir, que se sentaban encima de él para que les levantara, aunque él trató de "evitarlo", pese a que "no sucedía nada malo".

También se sentaban en sus rodillas cuando hacían ejercicios en clase, y le daban "un abrazo" o "un beso" y le "achuchaban" al terminar las actividades. "Soy muy cercano con los niños" y "todos" eran "cariñosos", ha indicado el acusado, al que encontraron material pornográfico en el ordenador de su casa. J.A.N.S. también ha señalado que tiene un "carisma muy particular" con los niños y con los animales. "Se me acercan", ha comentado al respecto.

El padre de uno de los menores que denunció los hechos ha explicado que su hijo pequeño, de siete años, le dijo un día que no quería "ir más" a la academia de inglés, a la que asistía desde hacía dos o tres años, pues estaba "harto de que (el profesor) me meta la mano por dentro del pantalón y me toque el pito". Un versión similar a la de su otro hijo, de nueve años, al que le daba "vergüenza" y no quería "hablar del tema".

La madre de otro menor afectado se enteró de lo ocurrido cuando les llamó la Policía para informarles de la denuncia presentada contra el profesor y para saber si a sus hijos también había hecho tocamientos. Al preguntar a uno de ellos, al principio se mostró "esquivo", pero luego manifestó que el profesor le "metía la mano por el calzoncillo" y le "tocaba el culo y la colilla", así como también le daba "besos en la cara y el papo".

En el juicio, en el que las partes han elevado a definitivas sus conclusiones y que ha quedado visto para sentencia, también han comparecido los psicólogos y trabajadores sociales que atendieron a los menores, cuyo testimonio han calificado como "indeterminado", esto es, que no se puede determinar si es creíble o inverosímil.