La economía andaluza ha cerrado 2015 con un crecimiento real del PIB del 3,3 por ciento, dos décimas más que las previsiones de la Junta de Andalucía (3,1%) y superior a los pronósticos de la mayoría de los organismos e instituciones que realizan previsiones para la comunidad.

El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, ha expuesto estos "excelentes resultados" tras la reunión del Consejo de Gobierno y ha precisado que este incremento es una décima superior a la media registrada en España (3,2%) y más del doble que la de la Eurozona (1,6%), con lo que en 2015 se retorna al proceso de convergencia.

Según los resultados del cuarto trimestre de 2015 de la Contabilidad Regional Trimestral de Andalucía, publicada por el Instituto de Estadística y Cartografía, en términos interanuales, la economía andaluza aceleró de forma progresiva el ritmo de crecimiento a medida que avanzaba el año, que se inició con una tasa del 2,6 por ciento en el primer trimestre, hasta alcanzar el 3,7 por ciento en los últimos tres meses del ejercicio, la más elevada desde mediados de 2007.

Este crecimiento es dos décimas superior al registrado a nivel nacional (3,5%), y más del doble que el de la Zona Euro (1,6%). Comparado con las principales economías del área, el crecimiento de la economía andaluza más que duplicó también el observado en países como Alemania (1,3%) o Francia (1,4%).

Respecto al trimestre anterior, también la economía andaluza registró un incremento real del PIB del 0,8 por ciento, encadenando once trimestres consecutivos de tasas positivas, desde el segundo trimestre de 2013. Un crecimiento, igual al registrado por la economía española, y casi el triple que el de la Eurozona (0,3%).

Esto supone, ha asegurado Ramírez de Arellano, que se afianza el proceso de recuperación económica, confirmando la trayectoria de aceleración del ritmo de crecimiento que la economía andaluza mostró a lo largo del año, con resultados diferencialmente más positivos que en su entorno.

Este crecimiento interanual de la economía se sustentó, por el lado de la oferta, en todos los sectores productivos, que de manera generalizada registraron tasas positivas. El mayor aumento relativo correspondió al sector primario (6%), seguido por la industria, que intensificó de manera notable su ritmo de crecimiento, hasta alcanzar una tasa del 5,4 por ciento interanual, superior en dos puntos al crecimiento medio del sector en España (3,4%) y cinco veces más elevado que la industria en la Eurozona (1,1%).

Tras ellos le sigue la construcción (3,8%), y los servicios (3,3%), este último con tasas positivas en todas las ramas, destacando Información y comunicaciones (4,5%), Comercio (4,3%) y Actividades Profesionales, científicas y técnicas (3,9% interanual).

Por el lado de la demanda, el crecimiento se sustentó en la vertiente interna, con una contribución de 4,3 puntos al crecimiento agregado, dos décimas más que a nivel nacional (+4,1 puntos), prácticamente el doble que en la Eurozona (+2,2 puntos). Más concretamente, destaca con el mayor ritmo de crecimiento la inversión, con una tasa del 4,9 por ciento interanual, acumulando ocho trimestres de tasas positivas.

Un resultado que otorga solidez al proceso de recuperación económica, ya que la inversión gana peso en el conjunto de la economía, y pone de manifiesto el cambio de tendencia en las decisiones de inversión de las empresas, que se han visto favorecidas por la mejora de las expectativas empresariales, animadas por los reducidos tipos de interés, y la caída de los costes energéticos.

Junto a ello, y gracias a la continuidad del proceso de creación de empleo, el consumo final regional intensificó su tasa de crecimiento, hasta alcanzar el 3,9 por ciento interanual, cuatro décimas superior a la media nacional (3,5%), y más del doble que en la Zona Euro (1,5%).

La aceleración del crecimiento de la actividad productiva y la demanda ha tenido un impacto muy positivo en el mercado laboral. En el cuarto trimestre de 2015 el empleo creció por octavo trimestre consecutivo, y a un ritmo significativamente superior a la media en España.

Concretamente, respecto al cuarto trimestre de 2014, el empleo, en términos de puestos de trabajo, aumentó a un ritmo interanual del 4,9 por ciento, dos puntos más elevado que por término medio en España (2,9%), de forma que uno de cada cuatro nuevos puestos de trabajo creados en España lo fue en Andalucía. Con ello, en el conjunto del año, el empleo subió un cinco por ciento, y se crearon casi 140.000 puestos de trabajo (139.918), un resultado que supera casi en un 30 por ciento (27%), las previsiones que contemplaba la Consejería de Economía y Conocimiento para 2015 (110.000 puestos de trabajo).

Ramírez de Arellano ha concluido afirmando que, según estos datos, la economía andaluza ha registrado en 2015 el segundo año consecutivo de crecimiento económico y creación de empleo, con un dinamismo diferencial respecto a España y la Eurozona, que está permitiendo retomar el proceso de convergencia interrumpido durante los años de crisis.