El cantante y DJ Kiko Rivera aprovechó la celebración del bautizo de su hija Ana (que nació el pasado 15 de diciembre) para arrodillarse ante su pareja, Irene Rosales, y pedirle que se casara con él.
Según informa Vanitatis, el bautizo tuvo lugar en el sevillano barrio de Triana y a él asistieron sus seres queridos, salvo excepciones como los hermanos de Kiko, Francisco y Cayetano Rivera, que no pudieron asistir por compromisos profesionales.
Tampoco asistió a la ceremonia la abuela de la pequeña, Isabel Pantoja, a pesar de haber salido de la cárcel hace un mes. Para evitar a los fotógrafos, acudió directamente al convite, que se celebró en la intimidad.
Kiko Rivera e Irene Rosales llevan juntos desde hace dos años y, según el portal, fuentes cercanas a la pareja ya avecinaban la fecha de la boda para este verano, poco después de conocerse la noticia de que Rosales estaba embarazada.
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