El deporte de ser justa

Nazareth Heredia predijo que el Liverpool ganaría la Copa de Europa cuando iba perdiendo por dos goles.
«Esto se remonta, va a penaltis y se gana». «¡Anda ya, niña!», respondió su hermano. Pero el Liverpool ganó. Nazareth le quita importancia diciendo que habló con más deseo que certeza, pero la verdad es que de fútbol los amigos le discuten poco, porque, a los 20 años, es la primera mujer árbitro profesional de Málaga.

Su idilio con el fútbol comenzó con 14 años. Vivía en Humilladero, su pueblo, y quería entrenar en un equipo local. Pero a su edad ya no la dejaban jugar con chicos.

«¿Por qué no te haces árbitro?», le propusieron. Y ella se atrevió, desoyendo los consejos de todos. «A mi padre no le hizo ninguna gracia. Me acompañaba a todos los partidos para protegerme». Al final está orgulloso de ella. Nazareth pita en Primera Regional mientras estudia periodismo y trabaja en la publicación Semana Deportiva.

Ahora está preparando una campaña con el Colegio de Árbitros para animar a otras chicas a que se presenten a los exámenes de acceso. Para aprender no sólo sobre fútbol, sino sobre la naturaleza humana y sobre ellas mismas.

«A las mujeres nos insultan mucho, pero para llegar a las manos se cortan más que con los hombres, aunque ha habido agresiones tremendas. Además, a fuerza de aguantar, te vas haciendo más paciente, más objetiva, más justa», agrega.

Nazareth forra su carpeta de estudiante con recortes de prensa sobre hazañas deportivas de mujeres y rechaza la subcultura de violencia y dinero del mundo del fútbol, que aspira a mostrar algún día a su manera como periodista deportiva. Tal vez en su pluma lo importante vuelva a ser el juego.

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