La Guardia Civil pone a disposición judicial a cuatro jóvenes por realizar "capeas clandestinas"

Se han encontrado dos reses agonizando y con el cuello partido, que fueron sacrificadas, así como un becerro muerto después de ser toreado
Operación Capeas
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GUARDIA CIVIL
Operación Capeas

Agentes de la Guardia Civil de Moraleja (Cáceres) han puesto a disposición judicial a cuatro jóvenes por realizar "capeas clandestinas", a los que se les acusa de delitos de hurto y daños a dos ganaderías de reses bravas situadas en el término municipal de Calzadilla (Cáceres).

Los investigados en cuestión (varones, jóvenes y vecinos de la misma localidad) han causado "cuantiosos daños" en estas dos ganaderías al realizar numerosas capeas y, además de los daños ocasionados, se les investiga por el hurto de maquinaria y animales.

Las investigaciones en relación a este caso se iniciaron como consecuencia de las denuncias formuladas ante la Guardia Civil sobre los daños ocasionados en dos fincas, así como el hurto en las mismas de dos monturas, maquinaria, gasolina y varios animales.

De las manifestaciones realizadas por los propietarios de las fincas y de las investigaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil se pudo determinar que en una de ellas, las sustracciones se llevaban produciendo desde hacía "dos meses".

En cuanto a los daños, aún por determinar, podrían ser "cuantiosos", ya que los cuatro investigados que fueron sorprendidos en una de las fincas por varios operarios, los cuales disponen de habilidad para el manejo de ganado bravo, apartaban el ganado de un lugar a otro, con el objeto de dejar una res sola para realizar "capeas a su antojo".

Según ha destacado la Guardia Civil en nota de prensa, se ha llegado a encontrar dos reses agonizando y con el cuello partido, teniendo que ser sacrificadas, así como un becerro muerto después de ser toreado.

Continuando con las investigaciones, se pudo determinar que en una de las fincas se habían llevado a cabo "numerosas capeas", para las que llegaron a utilizar 64 reses, entre las que se incluyen varios toros.

Por otra parte, en otra de las fincas, hasta el momento se ha podido esclarecer que los investigados habían toreado 18 reses que iban destinadas a Francia, las cuales, tras comprobar el ganadero de dicha circunstancia, para evitar posibles daños a las personas con el envío de reses ya toreadas, decidió anular el envío suponiéndole unas pérdidas superiores a los 25.000 euros.

Según ha apuntado la Guardia Civil, la práctica de llevar a cabo este tipo de "capeas clandestinas" imprime un riesgo mayor a las reses bravas, ya que si dicha circunstancia no es percibida por el ganadero, al ser nuevamente toreados en una plaza o al estilo tradicional, los peligros para las personas se "incrementan considerablemente".

La Guardia Civil ha incrementado la vigilancia de aquellas fincas con ganado bravo dado la proximidad de festejos taurinos en numerosas localidades de la provincia con el objeto de evitar se produzcan hechos similares.

Los cuatros investigados han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Coria (Cáceres).

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