El vecino de Tordesillas Diego H.S.J, juzgado en la Audiencia de Valladolid por tráfico de drogas, se ha declarado hoy víctima de una persecución de la Guardia Civil por el mero hecho de estar casado con una mujer de origen colombiano, de ahí, según él, que incluso le apodaran el 'Pablo Escobar' tordesillano.

"¡Si por estar casado con una colombiana voy a dedicarme a traficar...!", ha censurado Diego H.S.J, quien, en su testimonio exculpatorio, se ha declarado toxicómano, ha rechazado declararse a la venta de 'coca' en Tordesillas y ha apuntado que mientras él se ganaba la vida cuidando el ganado en una explotación de Bercero, su esposa ejercía la prostitución.

Precisamente, el acusado, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha explicado que los 4.000 euros que la Benemérita halló ocultos en un calcetín en su domicilio, en la calle Pedroso, no eran producto de la venta de droga sino que los había ganado su esposa con su actividad y tenía previsto utilizarlos ésta para realizar un viaje a Bogotá.

"era vox populi"

Sin embargo, el agente de la Guardia Civil que intervino como instructor de las diligencias ha declarado que las pesquisas se centraron en la persona del acusado a raíz de los chivatazos recibidos de distintos vecinos.

"Era vox populi en la localidad", ha espetado el agente, quien ha añadido que por tal motivo se montó un dispositivo en los alrededores de su casa y se pudo observar cómo distintos toxicómanos abandonaban el edificio, dos de los cuales fueron interceptados con 'papelinas'.

El testigo ha añadido que Diego, "un asiduo a las copas", mantenía un nivel de vida no acorde a sus posibilidades, con hasta tres coches entre él y su esposa, lo que condujo finalmente a su detención.

"Llevaba dos 'pollitos' de coca en los genitales. Se ofreció a colaborar y nos dijo que en casa guardaba en una caja cerca de 60 gramos de la misma sustancia", ha recordado el guardia civil, quien ha reconocido su "sorpresa" tras acudir a su domicilio el 20 de marzo del pasado año y descubrir que en la referida cajita tan sólo había medio gramo de speed.

Además de alambre de jardinería, típico para cerrar las papelinas, los agentes se incautaron de 4.665 euros y de una agenda con anotaciones de "personas relacionadas con las drogas, apodos y tachaduras", lo que, en su opinión, evidencia que se trataba de un registro de las deudas de sus clientes.

Uno de éstos ha declarado en el juicio para exculpar al acusado, y ello a pesar de que cuando fue detenido en su día tras salir del inmueble de la calle Pedroso, en posesión de una 'papelina', llegó a asegurar a los agentes que la mercancía se la había adquirido a Diego H.S.J.