El comité de Limasa ha considerado "una grave irresponsabilidad" y "una provocación" la contratación por parte del Ayuntamiento de Málaga de una empresa externa para recoger la basura acumulada. Ante esto, le ha advertido de que "será responsable de los incidentes que puedan surgir, debido a imprevisibles situaciones conflictivas".

Además, desde el comité de empresa han anunciado la presentación ante el juzgado en funciones de guardia y ante la Inspección de Trabajo de una demanda por vulneración constitucional del derecho de huelga de los trabajadores.

"El hecho de contratar a empresas externas para dejar sin efecto la huelga es una provocación hacia los trabajadores de Limasa, que están ejerciendo su derecho constitucional de huelga", han señalado los representantes sindicales.

"gravísimo deterioro de la negociación"

Para el comité, las declaraciones de este martes del alcalde, Francisco de la Torre, en las que decía que "no vamos a ceder más" y la posterior contratación de una empresa privada para la recogida de basura acumulada por razones de seguridad, "más que una postura de acercamiento, supone un gravísimo deterioro de la negociación".

"La única parte que ha querido reunirse para desbloquear la situación ha sido este comité de empresa", han afirmado, recordando que "desde hace dos años venimos solicitando por escrito reuniones para reanudar la negociación del convenio colectivo".

Más aún, han defendido que las pretensiones de los trabajadores son "justas", y han apuntado que, incluso, teniendo una sentencia favorable del Juzgado de lo Social número 8, "hemos mostrado disposición a negociar".

Una empresa privada comenzó a recoger en la tarde de este martes, por motivos de seguridad y en considerados puntos críticos, la basura acumulada tras ocho jornadas de huelga de limpieza.

En concreto, operarios de esta empresa, escoltados por agentes de la Policía ante la presencia de algunos piquetes de Limasa, han empezado a trabajar en zonas de los distritos Centro, Cruz de Humilladero y Carretera de Cádiz.

De igual modo, en las instalaciones de Los Ruices hay también un ambiente bastante caldeado, con trabajadores concentrados y una importante presencia policial.