El Plan de Emergencia Municipal de Santander (PEMUSAN) ha comenzado a funcionar y estará plenamente operativo en el plazo de un año. El documento, cuya elaboración ha supuesto un año de trabajo, es "muy avanzado" y tiene un nivel de detalle "tremendo" al contemplar todo tipo de emergencias posibles, desde una inundación a un accidente de ferrocarril, pasando por una intoxicación alimentaria.

Así, el plan, que se aprobará el lunes en Junta de Gobierno Local, pretende garantizar una respuesta coordinada, eficaz y rápida a situaciones de emergencia, ha resumido el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, que ha presentado el documento en rueda de prensa acompañado por el concejal de Protección Ciudadana, Pedro Nalda.

Tras el visto bueno de la Junta, el plan se trasladará al Gobierno —con cuyo plan de emergencias pretende la "coordinación máxima"— y posteriormente al Boletín Oficial de Cantabria. El calendario de implantación incluye dos meses para la "puesta a punto" de los efectivos, creación de organismos, etcétera, y otros tres meses para formación o realización de simulacros, entre otras medidas.

Su puesta en marcha costará "relativamente poco" dinero, según alcalde y concejal, que han señalado que más que de fondos —que no han precisado— se trata de "organización", en algunos casos con "medidas adicionales".

De la Serna ha indicado que el PEMUSAN tiene como objetivos generales estudiar y planificar el dispositivo necesario de intervención en situaciones de emergencia; establecer la adecuada coordinación de todos los servicios públicos y privados llamados a intervenir; promover las actividades de protección de los ciudadanos; identificar y analizar los riesgos y elementos vulnerables en el municipio; definir las medidas de prevención para evitar o reducir los riesgos detectados; y promover la información y concienciación de la población sobre los riesgos y las medidas de prevención a adoptar.

Su puesta en marcha pasa por la creación de la Comisión Local de Protección Civil; la puesta en marcha de un procedimiento para la tramitación, seguimiento e inspección de los planes de autoprotección; y la creación de un registro propio de los planes de autoprotección.

El documento incluye un estudio pormenorizado de posibles riesgos junto con las medidas preventivas para evitarlos o minimizarlos, así como los mecanismos de respuesta según el tipo de suceso y la relación de medios materiales y humanos que deberán activarse en cada caso.

Además, se detallan procedimientos de alerta e información a la población, de salvamento y rescate, de evacuación o de atención sanitaria, entre otros, junto con medidas para asegurar un correcto funcionamiento de los servicios y suministros esenciales.

Tres niveles de actuación

El PEMUSAN contempla tres niveles diferentes de actuación, que se activarán en función del ámbito territorial del suceso, la capacidad de respuesta para asumir sus consecuencias, los recursos necesarios para hacer frente a la emergencia y la intervención de servicios de emergencias externos o supramunicipales.

Así, el Nivel 0 se declarará en riesgos, urgencias o emergencias de ámbito municipal controlados mediante la movilización de medios y recursos locales básicos; el Nivel 1, en urgencias o emergencias de ámbito municipal controladas mediante medios y recursos propios municipales y privados, aunque, en casos puntuales, también pudiera ser necesaria la activación de algún medio o recurso externo; y el Nivel 2, en las emergencias que, por su naturaleza o gravedad, así como por la extensión del riesgo, sobrepasen las posibilidades de respuesta de los servicios ordinarios de la Administración Local.

El documento establece también la estructura y equipos encargados de la toma de decisiones, y las pautas de coordinación cuando la emergencia requiera la intervención conjunta con otras administraciones o entidades privadas. Igualmente, prevé acciones formativas para el personal responsable de la ejecución de las medidas previstas en el plan, ejercicios de entrenamiento y simulacros.

El Plan de Emergencias Municipal se completa con una serie de anexos en los que se recoge el catálogo de medios y recursos que podrán ser movilizados según el tipo de emergencia, los planes de autoprotección vigentes en diversas instalaciones del municipio o los protocolos de información a la población, entre otros aspectos.

La dirección del plan corresponde al alcalde, que podrá delegar sus funciones en el concejal de Protección Ciudadana. Se establecen diferentes órganos de trabajo, como el Consejo Asesor, el Gabinete de Información, el centro de Coordinación Operativa Municipal y el puesto de mando avanzado, detallando en cada uno de ellos sus integrantes y funciones.

El procedimiento operativo se define mediante una guía de respuesta compuesta por fichas para cada riesgo y que distingue las distintas etapas. La primera es la notificación de la emergencia, en la que se recoge la información sobre el siniestro, determinando su localización y valorando el alcance y gravedad de la emergencia.

Le sigue la etapa de Actuación cuando, una vez identificado y evaluado el siniestro, se activa el plan, con las notificaciones previstas a los organismos y entidades, el estudio de las alternativas de actuación, el análisis de las prioridades de medios y actuaciones, la elaboración de las medidas inmediatas que deben adoptarse y la movilización de recursos

En la fase de Evolución se ejecutan las acciones planificadas, se hace el seguimiento de las actuaciones de los grupos de acción y se informa a los organismos actuantes. El fin de la intervención consiste en la retirada de operativos y medios activados, realización de medidas preventivas complementarias, evaluación final del siniestro y elaboración de informes y estadísticas.

En otro orden, el alcalde ha señalado que en los próximos días se adjudicará el sistema de comunicaciones del centro coordinador de emergencias.