La tasa de empleo parcial entre las mujeres es casi cuatro veces superior a la de los hombres

  • Una de cada tres mujeres ocupadas tiene un empleo a tiempo parcial (33,4%), lo que supone menos horas de trabajo, pero también menos salario y cotizaciones.
  • La tasa de parcialidad entre los hombres ocupados es menor: del 8,6%.
  • Casi el 60% de las mujeres que trabajan en jornadas parciales lo hacen porque no encuentran un empleo de tiempo completo.
  • "Si pudiera trabaría ocho horas, pero no me lo han ofrecido", dice una mujer recién contratada tras tres años en el paro.
  • Hoy, 8 de marzo, se celebra el día internacional de la mujer trabajadora.
  • Ocho retos de la igualdad y cinco problemas de las mujeres en 2016.
Una mujer, trabajando en un taller mecánico.
Una mujer, trabajando en un taller mecánico.
EFE
Una mujer, trabajando en un taller mecánico.

La reactivación del empleo en las postrimerías de la crisis está dejando a las mujeres en la cuneta de la precariedad. En España, una de cada tres ocupadas está con una jornada parcial (33,4%), un porcentaje que es casi cuatro veces superior al que de los hombres, donde un 8,6% de ocupados trabaja jornadas de menos de 40 horas a la semana. La aceptación de un empleo a tiempo parcial conlleva no solo la penalización salarial, sino también un menor acceso a la protección social.

La precariedad vía parcialidad es un fenómeno en auge en los últimos años que se está feminizando. Mientras los contratos firmados por hombres a tiempo parcial han subido un punto y medio porcentual entre 2008 y 2015 (Desde 7,2%), los contratos parciales firmados por mujeres han subido más de cuatro puntos porcentuales (desde 29,3%) en ese mismo tiempo.

La fría mañana de la víspera del 8 de marzo —día que se conmemora la lucha por la igualdad de la mujer trabajadora— la oficina del paro en el distrito de Ventas, en Madrid, es un  ir y venir de mujeres. A las diez menos cuarto de la mañana tiene su cita María José Molano, que ha venido hoy a arreglar los papeles de su primer empleo después de tres años en paro por un ERE que puso fin a 26 años de trabajo en una entidad financiera.

Molano celebra que ha conseguido un trabajo en la primera entrevista que ha tenido en un año de búsqueda activa de empleo. Eso sí, es un contrato a tiempo parcial. El puesto que ocupará a partir de ahora como telefonista en una aseguradora es para una jornada de cinco horas, en turnos de mañana y de tarde, con un sueldo de 600 euros al mes y un contrato "hasta fin de obra", que ella calcula que durará aproximadamente un año.

"Por supuesto que hubiera preferido una jornada de ocho horas. Tengo tres hijos a mi cargo, de 13,12 y 7 años. Pero eso no me lo han ofrecido", dice Molano a su salida de la oficina del servicio de empleo. "Entre el comedor y el desayuno de los niños, voy a cobrar lo mismo, o menos, que con el subsidio, pero tengo que reengancharme como sea al mercado laboral", explica. En su opinión, las mujeres siguen teniendo más dificultades que los hombres para encontrar trabajo de calidad. "Ven que eres mujer y tienes tres hijos y ya suponen que tienes un montón de obligaciones. Así es imposible".

"Desgraciadamente, todavía hoy a las mujeres se las contrata menos y cuando se las contrata se hace para puestos de más corta duración y peor calidad", reconoce Almudena Fontecha, delegada de la mujer en UGT. Este sindicato ha publicado un informe coincidiendo con la efeméride del día de la mujer trabajadora en el que se destaca que el 60% de las ocupadas con un contrato parcial declaran que hubieran preferido, como es el caso de María José Molano, un trabajo a jornada completa.

Por su parte, el motivo principal que alegan las mujeres que aceptan estos contratos voluntariamente, asumiendo incluso degradaciones de su cualificación profesional, son las responsabilidades familiares. El 12% de las mujeres con trabajo parcial lo hace para cuidar a hijos o dependientes. Solo el 1,6% de los hombres con trabajo parcial lo aceptó para cuidar de los suyos.

La temporalidad también es mayor en ellas que en ellos. De las mujeres ocupadas, el 22,5% tienen contratos temporales (con fecha de finalización); mientras que el porcentaje de los hombres es del 20,2%.

Actualmente, en España la cola del paro es más femenina que masculina. En febrero pasado, según los últimos datos de paro registrados hechos públicos había 1.891.473 hombres parados frente a 2.261.513 mujeres paradas. En la última Encuesta de Población Activa (EPA), del cuarto trimestre de 2015, la tasa de desempleo de ellas se sitúa en el 22,52%, frente al 19,49% en el caso de ellos.

"Casi una de cada cuatro mujeres en España es una parada, pero se sigue considerando un problema masculino", se lamenta la delegada de mujer de UGT, Almudena Fontecha.

La explicación que dan los expertos a la feminización del paro español es que inicialmente la crisis golpeó a sectores dominados por los hombres y las mujeres inactivas buscaron trabajo para completar el ingreso del hogar. Sin embargo, durante una segunda fase de la crisis, las medidas de austeridad han dado lugar a la congelación de puestos de trabajo en el sector público, eminentemente femenino, afectando el paro más a las mujeres, describe un informe de la Organización Internacional del Trabajo.

Cristina Peco ha trabajado toda su vida en uno de los sectores más masculinos de la economía, la construcción. De hecho, presume de haber sido la primera camionera de obra, junto a otra compañera de Valladolid, dice mientras espera a ser atendida en la oficina de empleo de Ventas. Necesita firmar una prórroga del subsidio para desempleados mayores de 45 años. Lleva cinco en el paro.

"Al principio de empezar con el camión no me dejaban ni entrar en las obras. Me decían que por ser mujer iba a entretener a los obreros y que provocaría accidentes porque se quedarían mirándome. A un gran constructor le tiré una valla porque no me dejó hacer mi trabajo", recuerda. A esta pionera, el mercado laboral le pide ahora, a sus 50 años, que se recicle. Que estudie inglés, informática o derecho para encontrar un trabajo de oficina. "Eso sí, seguro que para un puesto raso, como mucho, porque luego los supervisores y los directores son siempre los hombres", lamenta. Echa en falta políticas públicas que incentiven el trabajo de las mujeres. "No pueden dejarnos metidas dentro de casa, se atrofian los reflejos, las relaciones y afecta a la sociedad en su conjunto".

Las última estadística de Eurostat sitúa la brecha salarial en España en el 18,8% en detrimento de las mujeres. El país se sitúa en el vagón de cola de Europa, siendo el sexto peor dato de la UE. Las cifras que maneja UGT elevan la brecha al 24%, teniendo las españolas que trabajar 70 días más al año que los españoles para obtener el mismo salario. La OIT calcula que si prevalecen las tendencias actuales se necesitarán más de 70 años para "colmar la desigualdad salarial por motivo de género".

Con ocasión del 8 de marzo, CC OO ha resaltado también que la crisis económica y social tiene como especiales destinatarias a las mujeres, que "padecen los mayores rigores de la hecatombe que ha hundido a la economía y destrozado la vida de millones de personas". Habla en concreto de un "ensañamiento" de la crisis con las mujeres. Y defiende que cuando se produce un leve repunte de la economía, "es el momento de luchar para recuperar puestos de trabajo seguros, reclamar medidas para compartir el cuidado de la familia y conseguir unos servicios públicos para garantizar la atención de los mayores, de la infancia y de las personas dependientes".

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