Lindsay Lohan y los fiscales llegaron a un acuerdo ayer, jueves, sobre los cargos de conducir en estado de ebriedad y poseer cocaína, que la obligará a pasar un día en la cárcel, realizar servicios comunitarios durante 10 días y someterse a tratamiento por consumo de drogas.

Además, pasará 36 meses bajo libertad vigilada, deberá asistir a un curso sobre alcoholismo de 18 meses, pagar cientos de dólares en multas y someterse a un programa forense de tres días en los que visitará una morgue y hablará con víctimas de conductores borrachos.

"Es evidente para mí que mi vida se ha vuelto totalmente inmanejable porque soy adicta al alcohol y las drogas", dijo Lohan en un comunicado difundido por su agente, Leslie Sloane Zelnik.

La actriz comentó que se sentía avergonzada de lo que había hecho. "Violé la ley y hoy he asumido la responsabilidad al declararme culpable de los cargos en mi caso".

"Es lo mismo que recibiría cualquier otra persona", dijo la vice fiscal Danette Meyers al finalizar una audiencia que duró una hora en la corte del juez superior del condado de Los Ángeles.

Horas antes, Lohan fue acusada de siete infracciones derivadas de dos detenciones por conducir en estado de ebriedad en los últimos cuatro meses. No se presentaron cargos más graves porque los análisis demostraron que no poseía cocaína en cantidad suficiente para ello.

La policía encontró cocaína entre las pertenencias de Lohan durante los arrestos del 26 de mayo en Beverly Hills y del 24 de julio en Santa Mónica. En cada incidente, las cantidades fueron menores a los 0,05 gramos necesarios para presentar cargos graves, según la oficina del fiscal de distrito. A cada arresto de Lohan siguió su ingreso en un centro de rehabilitación.

La estrella de Mean Girls chocó su Mercedes Benz contra un árbol en mayo en Sunset Boulevard y huyó de la escena en busca de atención médica. Las autoridades determinaron que un polvo blanco que llevaba en su bolsa eran 0,04 gramos de cocaína.

Lohan acudió al exclusivo centro de rehabilitación Promises después del accidente. Salió del mismo el 13 de julio, con un brazalete de control en el tobillo.

Reincidente

Fue arrestada de nuevo el 24 de julio después de que Michelle Peck, la madre de su ex asistente personal, llamase a la policía para decir que alguien la seguía en una camioneta. Las autoridades dijeron más tarde que se trataba de la actriz.

Lohan presentaba en ese momento un nivel de alcohol en la sangre de entre 0,12 y 0,13 por ciento, según declaró la policía, que también halló un polvo blanco en su bolsillo que finalmente resultó ser 0,02 gramos de cocaína. Lohan le dijo en un e-mail al presentador del programa Access Hollywood que era "inocente" y que las drogas no eran suyas.

Por su parte, una mujer que viajaba en el vehículo de Michelle Peck demandó a la actriz este mes por agresión y negligencia. La querella de Tracie Rice busca una compensación por daños no especificada y el pago de sus cuentas médicas y otros gastos relacionados con su angustia por la persecución.

Lohan comenzó en 2007 su rehabilitación en el Centro Wonderland de Los Ángeles. "Estaba creciendo y saliendo mucho y necesitaba tener un equilibrio", dijo a la revista Elle en mayo, días antes de su primer arresto. "Estoy contenta de haber ido porque necesitaba alejarme de todos y no sabía cómo hacerlo. Y aprendí mucho allí".

Su filme más reciente, I Know Who Killed Me, se estrenó en julio sin mucho éxito.