El número de parados se ha multiplicado por cuatro en la última década en Cantabria, al pasar las personas sin trabajo del 3,08% de la población activa en el año 2005 al 11,91% alcanzado en el pasado ejercicio. En términos absolutos, esto supone que los desempleados cántabros se han incrementado en unos 42.600, desde algo más de 15.200 a cerca de 58.900.

Además, según la Encuesta Social del pasado ejercicio, publicada por el Instituto Cántabro de Estadística (ICANE), también se ha cuadriplicado quienes llevan más de dos años en paro, al escalar del 12,89% hasta el 48,8%, lo que equivale pasar de 1.961 a 28.254 cántabros.

De acuerdo con los datos del Instituto Cántabro de Estadística, entre 2005 y 2015 se han reducido en dos puntos tanto el número de empresarios de la Comunidad Autónoma como de los empleados a tiempo completo, que han bajado hasta el 6,7% y 32,2%, respectivamente.

Más acusado es el descenso del número de estudiantes, en más de un 50%, ya que al cierre del pasado año había unos 24.600, que suponen el 5% de la población en edad de trabajar, frente a los 59.500 de hace diez años, y que representaban el 12%.

Por contra, ha crecido el número de pensionistas en la región, de 107.000 a casi 126.000, lo que en términos porcentuales supone pasar del 21,6% al 25,9%, según el ICANE.

Si se atiende al tiempo que llevan sin trabajo los parados, destaca —además del incremento en cuatro veces de los que están desempleados desde hace más de dos años— el descenso, en cinco veces, de los que pasan de dos a seis meses buscando un empleo, pues en 2005 eran 35% del total, y el año pasado, el 7%. También se ha reducido a la mitad los que tardan de seis a doce meses en encontrar un puesto, y que ahora suponen el 12% de los desempleados.

En cuanto al lugar de trabajo, llama la atención que al tiempo que se ha reducido el número de cántabros que desarrollan su actividad en el mismo municipio en el que residen, -del 57,5 al 43,3%-, ha aumentado el porcentaje de quienes tienen un empleo en otra localidad, del 38,6 al 48,6, esto es, se ha disparado en diez puntos.

Mientras, los que se han tenido que ir fuera de Cantabria por motivos laborales han pasado del 3,7% del total al 6,5%, o lo que es lo mismo, de algo más de 9.100 a unos 14.400.

También ha crecido durante estos años el número de personas que no están satisfechas con su puesto de trabajo, al tiempo que ha bajado el porcentaje de quienes sí lo están.

Destaca asimismo el pesimismo entre quienes quieren cambiar de trabajo, pues tres de cada diez encuestados creen que tendrían muchas dificultades, mientras que hace una década sólo lo veían así el 17,5%. Paralelamente, el 15% de los preguntados creen podrían cambiar con bastante facilidad de empleo, cuando hace diez años opinaban de este modo más del 30%.

Donde apenas se producen cambios es en las perspectivas de los trabajadores por cuenta propia, que más o menos aprecian los mismos niveles de dificultad -o facilidad- para emprender un negocio o proyecto.