La necropsia practicada al tiburón gris hembra capturado el pasado 20 de agosto en la playa del Miracle en Tarragona concluye que el animal murió de una ulceración aguda, provocada por la ingestión de un anzuelo de siete centímetros que se le había clavado en la zona final del esófago.
En el estómago del escualo se ha encontrado, además, otro anzuelo de menor longitud, dos centímetros, aunque los técnicos del Acuario de Barcelona, centro al que había sido traslado el escualo después de ser apresado, no lo señalan como el causante de la muerte, sino como un elemento que ha provocado lesiones adicionales al animal.
Gastroenteritis con ulceraciones
Los responsables del Aquarium han explicado que los resultados de la necropsia indican que los anzuelos le habían causado una gastroenteritis, con ulceraciones de la mucosa gástrica e intestinal. Los expertos han señalado también que en este primer análisis macroscópico otros órganos como el corazón, el bazo, los riñones y el hígado no mostraban alteraciones.
Por otro lado, el biólogo del Aquarium Patricio Bultó ha defendido la actuación del equipo del centro durante la captura del animal, sobre la que ha puntualizado que "conlleva cierta violencia" debido a las características del escualo, que medía 2,03 metros y pesaba 90 kilogramos.
El biólogo ha explicado que el animal
El director de las instalaciones del Aquarim, Jordi Inglès, ha recalcado que en ningún momento la intención del centro fue la de quedarse con este ejemplar de tiburón gris, sino que lo que se pretendía era curarlo y devolverlo a su hábitat natural.
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