Sánchez tiende la mano a "todos" los partidos para superar "la situación de bloqueo"

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, durante su intervención en la primera jornada de la sesión de su investidura, en el Congreso de los Diputados.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, durante su intervención en la primera jornada de la sesión de su investidura, en el Congreso de los Diputados.
EFE/JAVIER LIZÓN
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, durante su intervención en la primera jornada de la sesión de su investidura, en el Congreso de los Diputados.

Cambio, diálogo, y acuerdo. Esas han sido las palabras más repetidas por el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en la primera jornada de su debate de investidura, al que ha llegado con el único respaldo de Ciudadanos y tras el unánime portazo que le dieron este lunes los partidos de izquierda a su oferta de última hora para sumar su apoyo.

"Salir de esta sesión sin acuerdo significará que no hemos hecho bien nuestro trabajo", ha dicho Sánchez en el inicio de su intervención, donde ha apelado a la "responsabilidad" de todas las fuerzas del Parlamento para "hacer frente a los problemas del país" y alcanzar una "solución política" y un "Gobierno de cambio" que saque a España de la "situación de bloqueo".

El candidato socialista, que no tendrá la réplica del resto de partidos hasta este miércoles, ha insistido repetidamente en la necesidad de "evitar una nueva campaña electoral", y aunque ha instado a las distintas fuerzas e "evitar los reproces cruzados", no se ha resistido a recordar al líder del PP y candidato de la lista más votada, Mariano Rajoy, su "escapismo político" al no aceptar el encargo del rey para intentar ser investido presidente del Gobierno. "Si estoy aquí es porque no entendí el encargo del jefe del Estado como una tarea que pudiera rehuir, sino como un deber ineludible".

No ha sido esa la única crítica al PP, al que ha echado en cara que durante la pasada legislatura convirtiese "su mayoría absoluta en absolutismo". "Hay que abandonar las políticas del señor Rajoy el Partido Popular", ha dicho entre protestas desde la bancada popular y aplausos de los diputados del PSOE. 

Pero tras el palo, la zanahoria. Así, Sánchez, pese a arremeter contra el mandato del Partido Popular y criticar duramente su política de recortes, ha tendido la mano a lo populares para "dialogar los grandes asuntos de Estado como la integridad territorial, la lucha contra el terrorismo y la reforma constitucional". "No podemos olvidarnos de los votantes del PP", ha añadido, aunque dejando claro que descarta un acuerdo de gran coalición, como pretenden desde el partido de Mariano Rajoy. Y, para alivio de los populares, el andidato socialista no ha querido hacer sangre con la corrupción, de la que solo ha dicho que ha alcanzado "niveles insoportable".

Críticas veladas a Iglesias

En cuanto a Podemos, aunque no lo ha citado expresamente, le ha reprochado "el chantaje", "las imposiciones" y el "abandono la mesa de negociación". También ha dirigido críticas veladas a su líder, Pablo Iglesias, haciendo constantes referencias a la necesidad de "humildad" y de desterrar "la soberbia", como han reconocido al finalizar el discurso algunos diputados socialistas. "El Gobierno del cambio se modela a partir del acuerdo, no del asalto", ha señalado el líder del PSOE, en clara alusión a Iglesias y su famosa cita."Hay que ceder para sumar, entendernos e ilusionarnos con el cambio. Bloquear los acuerdos significa seguir donde estamos. En todo lo que estemos de acuerdo podemos llevarlo a cabo ya", ha subrayado.

"Es una evidencia palmaria que la voluntad mayoritaria de la sociedad española es el cambio", ha señalado Sánchez, que ha insistido en que, pese a que su deseo y el de los socialistas hubiese sido poder sumar para un Gobierno de izquierdas, no es posible. "No suma, lo siento pero no suma, la izquierda no ha conseguido en estas elecciones el número de diputados suficiente para conformar un gobierno de un único color político", ha remachado Sánchez. "Estamos obligados a mezclarnos, estamos obligados al mestizaje ideológico (...) Una cesión no es una derrota, sino un puente hacia el entendimiento", ha añadido.

Por ello, desde la tribuna del Congreso de los Diputados, Sánchez, ha hecho un alegato de la transversalidad política a izquierda y a derecha y una apelación constante a las "fuerzas del cambio". Así, ha convocado y pedido su confianza a todos los partidos que desean ese cambio. "Dieciocho millones de españoles y españolas votaron por la no continuidad del actual Gobierno. Dieciocho millones de españoles esperan un Gobierno distinto, que repare las consecuencias de los errores que se han cometido y abra camino a otras, y mejores, políticas", ha asegurado el líder socialista. A su juicio, el acuerdo transversal" es la única fórmula que puede conformar una mayoría.

Su programa, el acuerdo con C's

Durante los casi 90 minutos que ha durado su discurso, el secretario general del PSOE ha desgranado como programa de Gobierno el acuerdo al que llegó la semana pasada con Ciudadanos, a cuyos diputados y a cuyo presidente, Albert Rivera, ha dado públicamente las gracias por su "valentía" y "coraje", lo que ha provocado el aplauso irónico de los diputados de Podemos.

Entre las medidas que ha expuesto a la Cámara ha hecho especial hincapié en las sociales, como un plan de emergencia social o un plan de choque para el empleo, en un claro guiño a la formación morada, a la que ha apremiado constantemente sin nombrarla: "Todo esto se puede poner en marcha la semana que viene", ha repetido hasta la saciedad. Para ello, aunque no lo ha dicho, sería necesaria, al menos, la abstención de Podemos.

Sánchez ha destacado así el ingreso mínimo vital, la derogación de los principales puntos de la reforma laboral y de la Ley de Seguridad Ciudadana, la paralización de la Lomce, la negociación con Bruselas para elaborar un nuevo calendario de reducción del déficit, el restablecimiento de la universalidad de la Sanidad, revitalizar la Ley de Dependencia y dotar de presupuesto a la Ley de Memoria Histórica, entre otros.

Y aunque el texto de su acuerdo con C's no lo recoge, el líder del PSOE ha tenido palabras para Cataluña. "Estoy comprometido con la defensa de la Constitución y de la ley. Pero no quiero quedarme solo en la ley. Quiero ayudar a un nuevo entendimiento entre catalanes, y entre estos y el resto de compatriotas españoles", ha afirmado el líder del PSOE, que ha ofrecido una reforma de la Constitución que desarrolle la estructura federal del Estado, determine las competencias del Estado y de las de las autonomías, establezca los principios de financiación autonómica y convierta al Senado en una verdadera Cámara territorial. Eso sí, ni una palabra sobre el referéndum.

Gracias a su pacto con la formación naranja, el candidato socialista alcanzará 130 votos, muy lejos de los 176 necesarios para la mayoría absoluta que debería obtener en la votación del este miércoles por la noche, tras la réplica de l resto de partidos. Él lo sabe y lo ha reconocido. Pero tampoco es suficiente para la segunda votación, prevista para el viernes por la noche, que requiere mayoría simple (más votos a favor que en contra). Tanto PP como Podemos, sus confluencias y el resto de partidos de izquierda han anunciado que votarán en contra. Pero más allá de la aritmética, habrá que ver el tono de los discursos. Ahí estará la clave, sobre todo para aquellos que, como Podemos, creen que la verdadera negociación empezará una vez que fracase el segundo intento de investidura.

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