Hace escasos días, los vecinos de La Marquesa volvieron a sufrir un gran sobresalto. A pesar de que esta barriada es una de las más tranquilas de la ciudad, la Delegación de Medio Ambiente parece "haberse olvidado de que estamos en el mapa", lo que ha originado que en la calle Castillo Medina sus residentes vivan con el temor constante de que una rama pueda caer sobre sus cabezas.

"El problema principal reside en que hay un gran número de árboles en uno de los laterales de la corredera que están podridos y por ello ceden las ramas. Hade poco más de una semana se volvió a escuchar el impacto de dos de ellas contra el suelo y salimos corriendo de nuestras casas pensando que podrían haber herido a alguien o caído sobre alguno de los coches. Por suerte, no fue así ", explica una de las vecinas de la zona, Luisa Ruiz Berdejo.

De hecho, "en otra ocasión, estas ramas han dañado los coches que estaban aparcados en nuestra calle y el Ayuntamiento ha tenido que pagar los arreglor. Pero lo que de veras nos preocupa es que le caiga una rama a alguno de los niños encima", recalca.

Ante esta situación "no tenemos más remedio que plantearnos tomar medidas. Tras el mes de agosto, volveremos a mandar un escrito al Consistorio, en concreto a la Delegación de Medio Ambiente que ahora dirige África Becerra, para darles a conocer una vez más el problema que tenemos, que esperemos esté solventado en septiembre", subraya Luisa Ruiz Berdejo.

Hay que recordar que otro de los contratiempos de estos vecinos es la enorme cantidad de basura que se acumula a los pies de éstos árboles, una situación que con el calor empeora ya que "provoca olores insoportables, sin contar con la enorme cantidad de insectos y ratas que suelen aparecer y deambular a sus anchas por el barrio.

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