El equipo quirúrgico oncológico con ginecólogos que comparten el Hospital Joan XXIII y el Hospital Santa Tecla de Tarragona atendió en 2015 a un total de 67 pacientes con algún tipo de cáncer ginecológico —a excepción del de mama—, en el primer año de funcionamiento de Unidad Funcional de TGN Salut, ha informado la Conselleria de Salud de la Generalitat este martes en un comunicado.

El servicio consiste en que ginecólogos y oncólogos cirujanos se trasladen entre los dos hospitales para intervenir a los pacientes, de manera que evitan moverlos, "respetando los criterios de procedencia", además de que otros profesionales que intervienen tampoco tienen que desplazarse, como oncólogos, anatomapatólogos, enfermería, anestesistas, radiólogos y auxiliares de enfermería.

De los 57 pacientes que se atendieron en 2015, solo dos han sido derivados a Barcelona, concretamente, al Hospital de Bellvitge, y de éstos, un total de 54 requirieron pasar por quirófano, mientras que en 2014 —antes de que se pusiera en marcha la unidad— se derivaron un total de diez enfermos.

En función de la localización de los tumores, en 2015 se trataron 27 cánceres de endometrio —22 intervenidos en el quirófano—, 19 de ovario, diez de cuello uterino, tres de vulva y siete de otros tipos.

Los hospitales aseguran que dado el ritmo de intervenciones de los primeros dos meses de 2016, se estima un aumento de los casos de ginecología oncológica en Tarragona, por lo que se puede llegar a las 70 o 80 intervenciones en 2016.

Se trata de operaciones que pueden durar cinco o seis horas, la mayoría por laparoscopia, por lo que cuenta con técnicas menos invasivas para los pacientes, que necesitan tres o cuatro médicos, dos enfermeras, un auxiliar y un anestesista.

El equipo de ginecólogos de la Unidad Funcional, coordinado por Ramon Maria Miralles, está formado por Montse Romero y Juana Galera, del Hospital Joan XXIII; y también por las ginecólogas especialistas de la Xarxa Santa Tecla, Marjorie Montano, Sonia Miguel y Jordi Sentís.

La jefa del servicio de Ginecología y Obstetricia del Joan XXIII, Miriam de la Flor, ha destacado que la creación de este servicio era "una necesidad que tenían los profesionales para poder dar un servicio adecuado a las mujeres que sufren un cáncer ginecológico, con una atención unitaria".