Puede que Sylvester Stallone haya perdido frente a Mark Rylance, que George Miller no haya tenido nada que hacer ante González Iñárritu y que Cate Blanchett se haya tenido que conformar con aplaudir el triunfo de Brie Larson. Sin embargo, los "perdedores" de los Oscar no son en realidad tan perdedores.

Lo que mucha gente no sabe es que, todos aquellos nominados, tanto los ganadores como los que no logran hacerse con la estatuilla se llevan siempre un fabuloso premio de consolación, la llamada swag bag o "bolsa del botín", un extravagante lote de premios valorado este año en unos 200.000 dólares.

El lote se entrega a todos los competidores de las categorías de mejor actor, actriz, actor de reparto, actriz de reparto y director e incluye premios tan dispares como un viaje a Japón, papel higiénico de lujo hecho en Suiza, un vibrador, una caja personalizada de M&M's, sesiones privadas de ejercicio con un entrenador famoso, un vaporizador de marihuana, un año de alquiler gratuito de coches e incluso una sesión de Vampire Breast Lift, un tratamiento estético popularizado por Kim Kardashian que consiste en extraer la sangre del cliente y, tras un proceso de "depuración", inyectarla en el pecho.

En 2015, la bolsa incluía por ejemplo un curso llamado Lecciones para Control de la Mente que tenía un valor de unos 20.000 dólares.

La compañía que se encarga de componer el lote se llama Distinctive Assets, y busca dar buena publicidad a las marcas con las que trabaja. Vende su producto como "un fabuloso conjunto de obsequios, divertidos y funcionales, diseñados para entretener y cuidar a aquellos que tienen todo lo que el dinero puede comprar, pero que todavía saben saborear la sencillez de un regalo".

"¡Todo el mundo gana en los Óscar!", afirman. Sin embargo, puede que esto deje de ser así. Distinctive Assets no tiene ningún vínculo con la Academia de Hollywood y ya ha sido demandada por esta por infringir el uso de la marca de los Oscar. Según la Academia, que lleva años tratando de desautorizar a esta empresa, sus prácticas confunden a la gente y pervierten la imagen de los Oscar.