Ballesta pide mantener las siglas de CDC y aboga por primarias a la secretaría general

Propone elecciones municipales a dos vueltas y limitar los mandatos a dos de cinco años

El alcalde de Girona, Albert Ballesta, ha pedido que el proceso de refundación en el que está inmersa CDC no suponga un cambio de siglas del partido y ha abogado por celebrar primarias a la secretaría general y también a los cargos públicos.

"Al alcalde Ballesta le gustan las siglas de CDC. No tengo ningún inconveniente y me gustaría que continuaran", ha manifestado en una entrevista de Europa Press, en la que ha considerado que su partido necesita una reformulación para encarar el futuro con garantías.

El recién elegido alcalde cree que el hecho que la formación se haya visto afectado por investigaciones judiciales no debe conllevar modificar el nombre, ya que considera que es una marca "arraigada" con buena aceptación en varias capas de la sociedad.

"Volkswagen ha sufrido una grave crisis —por el trucaje de los motores y la reducción de emisiones—. ¿Cambiará el nombre porque ha sufrido una grave crisis? Seguirá siendo Volkswagen", ha reflexionado Ballesta, que sustituyó al frente de la alcaldía al ahora presidente catalán, Carles Puigdemont.

Ballesta ha recordado que CDC ya optó por un cambio de marca en las generales, donde fue con las siglas de DL: "El experimento lo hemos visto. DL ha hecho unos muy buenos resultados, pero pienso que si nos hubiéramos presentado como convergentes aún los hubiéramos logrado mejor. Lo digo sinceramente".

El alcalde defiende que celebrar primarias internas es factible, tanto para cargos orgánicos como para públicos: "Nos tenemos que abrir para que el militante se sienta cómodo en el partido. La 'refundación', la 'reformulación', tiene que ir en este sentido. Más democracia, más implicación y máxima transparencia".

Elecciones locales

Ballesta ha argumentado que el proceso soberanista debe servir para reformular algunas de las cuestiones clave del diseño institucional catalán y, por ejemplo, ha apostado por que las elecciones municipales sean a dos vueltas y, el ganador de la segunda, gobierne con mayoría absoluta.

"Si estamos creando un país nuevo, todo esto tiene que ser nuevo. Se tiene que debatir, comentar y discutir y en este país nuevo que estamos fundado esto debe ser un tema", argumenta, un cambio que obligaría a cambiar el sistema electoral catalán.

Ballesta propone que los dos candidatos más votados en primera vuelta se enfrenten a una segunda y, el ganador final, gobierne con una mayoría sin necesidad de pactos estables: "Es el sistema que te da un gobierno fuerte y los ciudadanos se manifiestan dos veces. Dos manifestaciones democráticas ya tienen un peso muy específico".

El alcalde gobierna en estos momentos la ciudad de Girona careciendo de una mayoría estable —tiene 10 de los 25 concejales—, y para todas sus decisiones necesita tejer alianzas puntuales que, como en el caso de la aprobación de su sueldo y el cartapacio municipal, pueden complicarse.

Para defender la segunda vuelta, pone de ejemplo la dificultad de llegar a pactos que se está visualizando en el Congreso: "Si en el Estado hubiera segunda vuelta, posiblemente se podría resolver muchas más fácilmente la situación".

Limitación de mandatos

Ballesta también propone un segundo gran cambio para el mundo local: por un lado limitar a dos los mandatos que un alcalde puede estar al frente del consistorio y, por el otro, ampliar de cuatro a cinco años las legislaturas en los ayuntamientos: "Diez años dan mucho de sí. Puedes hacer lo que tienes planteado".

Sobre el papel de los ayuntamientos en el proceso soberanista, asegura que están preparados para seguir colaborando de "manera específica" con las decisiones que tome la Generalitat, y contempla seguir impulsando, si hace falta, mociones municipales que apoyen las decisiones que tome el Govern.

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