El pleno de Barcelona ha aprobado este viernes reafirmar el compromiso del Gobierno municipal con el Mobile World Congress (MWC) y "lamentar la falta de acuerdo" con los trabajadores de Metro para evitar la huelga, algo que se ha aprobado a propuesta de CiU con los votos a favor de todos los grupos --incluido BComú-- excepto el PP y la CUP, que se han abstenido.

La alcaldesa, Ada Colau, ha coincidido en lamentar que no se haya alcanzado un acuerdo entre Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) y los trabajadores de Metro para evitar la huelga del lunes y el miércoles coincidiendo con el congreso, y ha destacado la importancia de que el pleno no use "las grandes cuestiones de ciudad para hacer un uso partidista".

Después de que la hayan acusado de desautorizar a la presidenta de TMB y concejal de Movilidad, Mercedes Vidal, cuando se puso al frente de las negociaciones, Colau ha replicado que intervino personalmente con voluntad constructiva y de trabajo de equipo, y ha resaltado: "La alcaldesa no tiene que estar encerrada en su despacho. Quiero estar en la calle, entender los conflictos y dar la cara".

El portavoz de CiU, Joaquim Forn, ha criticado que el Gobierno de Colau ha actuado con falta de previsión y que tiene un problema de autoridad ante el primer asunto que dice que no ha podido resolver con la política de gestos, y ha avisado: "El MWC se ha convertido en una de las grandes actividades económicas de la ciudad, y demasiadas ciudades están pendientes de nuestros errores para intentar ocupar nuestro espacio".

La líder municipal de C's, Carina Mejías, ha aseverado que la ciudad debía estar preparada para el congreso pero que el Gobierno municipal se ha dedicado a otras prioridades, y ha descrito la intervención de Colau en la negociación como torpe y falta de talante, tras lo que ha sostenido que ni siquiera la alcaldesa comprende el papel que juega en el asunto, "después de años estando en las mesas de reivindicación" y ahora negando peticiones de trabajadores al considerarlas inasumibles.

Alfred Bosch (ERC) ha celebrado que el MWC --celebrado entre el lunes y el jueves en Fira de Barcelona-- ha sido un éxito y ha superado las expectativas pese a una huelga que ha dicho que sobre todo ha perjudicado a los ciudadanos, y ha defendido que, en las negociaciones, "se necesita gente que apague incendios y alcance acuerdos, no personas incendiarias e imprudentes".

El socialista Jaume Collboni ha señalado una falta de diálogo y de previsión en la negociación sobre el convenio colectivo y ha pedido solucionar el asunto para garantizar la movilidad, ya que "no puede volver a pasar" algo que cree que ha sido una prueba de fuego que ha superado la ciudad pero que tal vez no ha pasado el Gobierno municipal.

Josep Garganté (CUP) ha rechazo la actitud de "sabotaje y ninguneo" de TMB en las negociaciones y ha vuelto a pedir la dimisión de directivos de la empresa pública, y ha pedido tanto a Vidal como a Colau que escuchen a los trabajadores y no sólo a la dirección, porque fueron votadas en las municipales para cambiar la manera de gobernar y no para seguir haciéndolo como siempre, ha dicho.

El líder municipal del PP, Alberto Fernández, se ha abstenido pese a compartir el acuerdo, ya que CiU ha cambiado el redactado de la propuesta --introducida de urgencia en el pleno-- para maximizar los acuerdos, por lo que el PP no ha votado a favor "no por lo que dice, sino por lo que deja de decir".

La propuesta aprobada ha eliminado respecto a la original exigir responsabilidades y "lamentar la mala gestión, la actitud y la falta de previsión del Gobierno municipal y la alcaldesa en particular", algo que CiU ha suprimido para lograr un acuerdo mayoritario para pedir una solución y debatir el asunto en el pleno, ha explicado Forn.

La proposición aprobada también pide que el Gobierno municipal retome las negociaciones para acordar el convenio colectivo de Metro y que trabaje para maximizar los impactos positivos y las oportunidades para los ciudadanos que genera el MWC.