La Guardia Civil ha imputado en una localidad de la provincia de Burgos a dos instaladores de gas por estafar, presuntamente, 150 euros a un anciano de 84 años al que habían realizado una "supuesta" inspección de la instalación del gas y al que cambiaron las gomas, y le cobraron dicha cantidad sin aportar factura o "explicación de las labores realizadas.

A través de un comunicado recogido por Europa Press, la Guardia Civil ha informado que los hechos ocurrieron el pasado lunes 22 de febrero en una localidad de la comarca de La Ribera.

Eran las 14.00 horas cuando un familiar de la persona perjudicada "observó" como dos jóvenes salían del domicilio de éste y montaban en un vehículo para alejarse del municipio.

Puestos los hechos en conocimiento de los agentes, en respuesta al Plan Mayor Seguridad, dirigido a la prevención y seguridad de los mayores, una patrulla del Puesto de Aranda de Duero era comisionada al lugar, interceptando en las proximidades un vehículo cuyas características y ocupantes casaban con las facilitadas por el alertante.

Tras las debidas comprobaciones y una vez practicadas las gestiones pertinentes encaminadas a la identificación de los ocupantes y su posible participación en los hechos, fueron imputados como presuntos autores de un delito leve de estafa.

No era la primera vez, ya que tanto el vehículo como a los imputados se les relaciona con otros hechos similares cometidos anteriormente.

Modus operandi

Se trata de dos varones cuyas iniciales corresponden a D.R.D, de 32 años, y J.C.F.F, de 35, que actuaban amparados por la cobertura legal de una empresa inscrita en el sector, estos operarios que pueden poseer titulación oficial, se personan en los domicilios de personas mayores.

Sin previo aviso, siempre en el ámbito rural, "acreditan" estar autorizados para una revisión de la instalación del gas butano, "haciéndoles creer" que es casi obligatoria.

Realizan revisiones, mantenimiento y/o cambio de gomas reguladoras de bombonas, entre otras funciones. Inspeccionan cocinas, calentadores de agua o estufas.

La estafa consiste en el cobro de "cantidades abusivas" para el trabajo desarrollado, el tiempo empleado y tipo de piezas sustituidas, sin información previa al cliente de la avería y coste de la misma.

A veces, "bajo el pretexto de que les precintan la instalación o les cortan el suministro, amenazaban a los clientes, que acceden a la inspección y pagan en el momento".

Actúan en zonas rurales aisladas y buscan la indefensión de las personas mayores.