Brian Griffin, el fotógrafo que monumentaliza el capitalismo y lo transforma en bolchevique

  • Nacido en el 'Black Country' industrial de Inglaterra, Brian Griffin (1948) ironiza sobre la arquitectura y el modo de vida capitalistas agregando un acabado soviético.
  • En 'Realismo capitalista' muestra ambientes habitados por el absurdo de Kafka y la distopia de Orwell. En una de sus series Londres sufre un ataque nuclear.
  • Fotógrafo de cubiertas de discos de Iggy Pop, Depeche Mode o Elvis Costello, sus retratos inciden en la pompa ridícula de los políticos y la tontería de los financieros.
'Hora punta en el Puente de Londres', de Brian Griffin
'Hora punta en el Puente de Londres', de Brian Griffin
© Brian Griffin - Courtesy Steven Kasher Gallery
'Hora punta en el Puente de Londres', de Brian Griffin

Cuando los bolcheviques acordaron en 1932 que toda práctica artística debía estar basada en la escuela inventada para la ocasión —sí, lo han adivinado, por Stalin, ¿quién otro podría ser?— del llamado realismo socialista, enumeraron cuatro mandamientos de obligado cumplimiento. El arte debe ser, decían, proletario (discernible por los trabajadores), típico (mostrar escenas de la vida cotidiana), realista (nada de fantasías: cien por cien representacional) y partisano (al servicio del Estado y el partido comunistas).

El fotógrafo Brian Griffin, nacido en 1948 en Birmingham, corazón del llamado Black Country, el país negro con más industrias, polución y enfermedades laborales y ambientales del del Reino Unido, no necesita que nadie le explique de qué hablamos cuando hablamos de trabajo y trabajadores, de explotadores y explotados, de triunfadores y derrotados. En su autobiografía fotográfica, The Black Kingdom (El reino negro), muestra obreros paralizados como maniquíes en los altos hornos, fábricas derribadas tras las privatizaciones, un desolador retrato de la madre del fotógrafo con las manos engrasadas por el espeso y negro aceite de la maquinaria...

Ironizar sobre el liberalismo económico

Para su primera exposición en Nueva York, Griffin ha decidido ironizar sobre el modo de vida de las sociedades basadas en el liberalismo económico agregando un acabado soviético que convierte los ambientes en chocantes escenas bolcheviques. El juego de espejos deformantes comienza con el título: la muestra, que estará en cartel hasta el 9 de abril en la galería Steven Kasher, se llama Capitalism Realism (Realismo capitalista).

Las 75 obras que Griffin lleva a la ciudad del Hudson están datadas entre 1979 y 1999. Se trata de una crónica con la que quiere "mostrar a las víctimas del tatcherismo y la globalización" en imágenes muy estudiadas y compuestas como decorados potenciales para el absurdo de Kafka o la distopia comunista de George Orwell. Como influencias añadidas, el fotógrafo también cita los juegos de sombras del cine expresionista alemán y el humor descabellado pero cándido del francés Jacques Tati.

'Reyes muertos en una catedral'

Empresarios, grandes financieros y estadistas aparecen retratados desde un punto de vista multifacético en el podemos advertir atractivo, inventiva, lejanía, pomposidad o simple tontería. Los trabajadores se monumentalizan, pero también se muestran vulnerables, descansado con las herramientas de sus oficio "como reyes muertos en una catedral", dicen los organizadores para describir el complejo modelo de mirada de Griffin, en el que puede advertirse la influencia de la iconografía religiosa que frecuentó durante sus años escolares en colegios católicos.

Griffin es un explorador crítico del "nueva orden" económico en la vida cotidiana. La exposición incluye fotografías con reveladoras metáforas:  Derechos de autor (1978), una reproducción de la persecución de Jesucristo, y Londres Por Noche (1983), que muestra las consecuencias de un ataque nuclear contra Londres. A los brokers los retrata con especial ferocidad, como en la serie La gran corbata, donde la protocolaria prenda es objeto de chanza.

Uno de los fotógrafos más activos y aclamados en su país durante las décadas de los años setenta y ochenta, Griffin ha firmado muchas imágenes para cubiertas de discos. Entre sus clientela aparecen Depeche Mode, Bryan Ferry, Elvis Costello, Devo, Iggy Pop, Siouxsie and the Banshees y Peter Gabriel. En 1991 se alejó de la fotografía para concentrarse en dirigir comerciales publicitarios y vídeos musicales, pero una década despues volvió a tomar la cámara.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento