Las obras del Centro Botín avanzan "bien" y se continúa trabajando en el cierre de las fachadas

Tras la colocación de los 'muros cortina', la última fase se centrará en el 'pachinko' que es la "parte más frágil de la estructura"
Obras del Centro Botín, diciembre 2015
Obras del Centro Botín, diciembre 2015
EUROPA PRESS
Obras del Centro Botín, diciembre 2015

Las obras del Centro de Arte Botín, que la Fundación Botín construye desde junio de 2012 junto a la Bahía de Santander, avanzan "bien" y en estos momentos se continúa trabajando en el cierre de las fachadas para dar estanqueidad a los dos edificios diseñados por Renzo Piano.

Así lo ha indicado este miércoles el presidente de la Fundación Botín, Javier Botín, tras un desayuno informativo sobre las actividades e iniciativas que la entidad está desarrollando junto con la Universidad de Cantabria (UC) y que ha presentado acompañado del rector, José Carlos Gómez Sal.

Botín ha señalado que los trabajos están "avanzando bien" aunque con "los habituales altibajos que ocurren en obras de esta complejidad". "Las obras avanzan bien, más allá de sorpresas inesperadas, no queda ninguna complejidad técnica relevante", ha dicho el presidente de la Fundación.

Algo que, ha reconocido, si hubo en las primeras fases de construcción cuando, ha dicho, "evidentemente surgieron todo tipo de problemáticas con las cimentaciones, etcétera".

En estos momentos, Botín ha apuntado que se sigue trabajando el proceso para "lograr la estanqueidad" de los edificios con la colocación de las fachadas acristaladas o 'muros cortina', que ha sido uno de los "puntos más conflictivos" a lo largo de la construcción del Centro de Arte.

Y es que, ha recordado, hace un año un problema con la empresa subcontratada para el montaje de estas fachadas ralentizó las obras del Centro, un contratiempo que la Fundación y la constructora, la

Ute ohl-Ascán, solucionaron con la sustitución de esa empresa.

Última fase,

El pachinko

Tras la colocación de estos cerramientos, el presidente de la Fundación Botín ha avanzado que se iniciarán los trabajos del "famosos pachinko", que son las pasarelas de vidrio, situadas a siete metros de altura y suspendidas en voladizo, que conectarán ambos edificios.

Botín ha explicado que el pachinko, también llamada 'plaza de arriba', "es la parte más frágil de la estructura y por eso se deja para el final". En este sentido, ha ensalzado que esta estructura "será una de las señas de identidad" del arquitecto Renzo Piano en el Centro Botín.

En cuanto a la programación artística del Centro, Javier Botín ha ensalzado que la Comisión Asesora de Artes Plásticas, presidida por Vicente Todolí y con Benjamín Weil como director artístico, trabaja ya en ella.

El presidente de la Fundación ha reconocido que "es un problema" ir cerrando la programación cuando aún no se sabe cuándo estará acabado el Centro, que es donde "a corto plazo" está "el interés"

"Evidentemente es un problema cuando hablamos de exposiciones de primer nivel y es un reto adicional, pero en este caso los artistas y especialmente Carsten Höller —hará la muestra inaugural— es indulgente con esta circunstancia, con el tema de los plazos, pero esperemos poder ser más concretos pronto", ha dicho.

Para Botín, la programación artística del Centro es "lo importante" de cara a convertirlo en "un centro innovador". "El baremo por el cual deberá medirse en el tiempo es por el conjunto de actividades que seamos capaces de desarrollar", ha apostillado.

En este punto, el director de la Fundación Botín, Iñigo Sáenz de Miera, ha indicado que la Comisión Asesora de Artes Plásticas, de la que también forman parte Paloma Botín, Manuela Mena, Udo Kittelmann y María José Salazar, trabaja con la vista puesta en "muchos años".

De hecho, ha afirmado que, aunque ya se sabe que la exposición inaugural será la de Carsten Höller y que también se mostrará el proyecto de investigación de los dibujos de Goya, la Comisión está programando "pensando en los próximo dos, tres años".

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