Ganemos El Coronil, una formación que gobierna en minoría el Ayuntamiento de El Coronil (Sevilla) con María Isabel Gómez (Colectivo Unidad de los Trabajadores, CUT) como alcaldesa, ha ofrecido la sede de su partido para representar la "polémica obra" de los titiriteros de la compañía 'Títeres desde abajo', que fueron detenidos y encarcelados en Madrid tras representar la obra, acusados de "enaltecimiento del terrorismo".

A través de la página de 'Facebook' de Ganemos El Coronil, recogida por Europa Press, la plataforma defiende con ello "la cultura y la libertad de expresión", por lo que ha ofrecido su sede a la compañía de títeres como "ejemplo de libertad, tolerancia y multiculturalidad de estos titiriteros para que representen con la mayor normalidad su obra".

Ganemos El Coronil reconoce "el error" de que la obra fuera programada para niños, pero asegura que "de ahí a encarcelarlos por enaltecimiento del terrorismo va un abismo que nos aproxima a una realidad preocupante". Por ello, la formación política asegura que, desde su punto de vista, "todo ha sido una manipulación y un sinsentido", y más teniendo en cuenta "el contexto carnavalesco" en que se programó la citada obra.

Cabe recordar que el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno envió a la cárcel a los dos titiriteros de la compañía granadina 'Títeres desde abajo', contratada por el Ayuntamiento de Madrid, gobernado por la alcaldesa Manuela Carmena, por representar durante las fiestas de carnaval del distrito madrileño de Tetuán, una función en la que mostraron, ante un grupo de niños acompañados de sus padres, una pancarta con el lema '

Gora alka-ETA'.

El magistrado imputó a los titiriteros Alfonso Lázaro y Raúl García, de la compañía 'Títeres desde abajo', enaltecimiento del terrorismo, penado con hasta tres años de prisión, y un delito cometido con ocasión del ejercicio de los derechos fundamentales y las libertades públicas garantizados por la Constitución, castigado con penas de entre uno y cuatro años de cárcel.

El juez Moreno, que acató la petición formulada por la Fiscalía, explicó en el auto su decisión de prisión teniendo en cuenta la gravedad de estos delitos y el hecho de que los titiriteros ya habían escenificado esta misma función en Granada, incluso con "un contenido más violento". El auto agrega que, además, los guiñoles representaron ante los niños, acciones como el ahorcamiento de un muñeco vestido de juez, el apuñalamiento de un policía o la violación de una monja seguida de otra apuñalamiento, esta vez con un crucifico.

El juez les dejó finalmente el libertad el 10 de febrero, manteniendo su imputación y fijando comparecencias diarias en el juzgado y retirada del pasaporte.