David Cameron es abucheado por sus propios diputados al defender el acuerdo con la UE

  • En un tono vehemente, el primer ministro británico ha tenido que alzar la voz en más de una ocasión ante sus propios compañeros en el Parlamento.
  • El alcalde de Londres, Boris Johnson, conservador y euroescéptico, puso en duda que el acuerdo alcanzado en Bruselas haya devuelto soberanía alguna al país.
  • Más de un centenar de diputados han expresado su intención de hacer campaña a favor del "no" a la UE, la mayoría del Partido Conservador.
  • El referéndum sobre el 'brexit' será el 23 de junio.
El primer ministro británico, David Cameron, dirigiéndose a la Cámara de los Comunes para explicar los detalles del acuerdo sobre las reformas de la UE en Londres (Reino Unido).
El primer ministro británico, David Cameron, dirigiéndose a la Cámara de los Comunes para explicar los detalles del acuerdo sobre las reformas de la UE en Londres (Reino Unido).
Andrew Cowie / EFE
El primer ministro británico, David Cameron, dirigiéndose a la Cámara de los Comunes para explicar los detalles del acuerdo sobre las reformas de la UE en Londres (Reino Unido).

El primer ministro británico, David Cameron, ha defendido este lunes ante un Parlamento dividido las ventajas de permanecer en una Unión Europea (UE) "reformada". En medio de abucheos de algunos diputados de su propio partido, Cameron ha tenido en más de una ocasión que alzar su voz a favor de votar "sí" a la UE.

Más de un centenar de diputados han expresado su intención de hacer campaña para romper los lazos con el bloque comunitario. Además, la mayoría de los que apuestan por el 'Brexit' son miembros del Partido Conservador que disienten de la línea oficial, entre ellos el alcalde de Londres, Boris Johnson, que no perdió la oportunidad de criticar desde la bancada tory el acuerdo logrado el pasado viernes en Bruselas.

Careo con Boris Johnson

Johnson, erigido como una de las caras más visibles del bando eurescéptico ante el referéndum del 23 de junio, puso en duda durante una tensa sesión que el pacto con los 27 socios comunitarios haya devuelto "soberanía" alguna a Londres.

Cameron respondió a esas críticas subrayando que el acuerdo "devuelve poderes en economía e inmigración" y, sobre todo, aparta "para siempre" al país del propósito de forjar una Unión cada vez más estrecha. Según cuenta el diario The Guardian, Johnson murmuró en voz baja "¡chorradas!", en respuesta a lo que estaba diciendo Cameron en ese momento.

"Hemos logrado un estatus especial y existe la oportunidad de seguir construyendo sobre lo que ya tenemos, proteger a nuestra gente e impulsar nuestra prosperidad. Esa es la opción que deberíamos elegir", continuó diciendo el primer ministro.

Cameron adoptó un tono vehemente para combatir la idea de que votar "no" a la UE en el referéndum de junio podría servir para forzar a Bruselas a una negociación aún más profunda y convocar acto seguido una segunda consulta, una propuesta que sugirió hace meses Johnson y que hoy había vuelto a cobrar fuerza en los círculos políticos de Westminster.

"Esta es una decisión vital para el futuro de nuestro país y debemos dejar claro que es una decisión final", dijo Cameron, que subrayó que si la opción de salir de la UE gana la votación se iniciará un proceso de dos años para abandonar el bloque. "No conozco a ningún matrimonio que haya iniciado un proceso de divorcio para lograr renovar sus votos", apostilló el primer ministro al comentar una propuesta que a sus ojos "ignora los puntos más profundos sobre democracia, diplomacia y legalidad".

División en el propio Gobierno británico

Desde que Cameron anunció el sábado la fecha prevista para el referéndum y dio luz verde a sus compañeros de partido y miembros del Gobierno para expresar su opinión personal, más de cien diputados conservadores se han desmarcado de su defensa de Europa.

Cinco miembros permanentes de su Gabinete, incluido el ministro de Justicia, Michael Grove, además de Johnson, se han apuntado a la campaña por salir de la UE, en la que compartirán posicionamiento con el eurófobo Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP), que en las elecciones generales de mayo logró cerca de cuatro millones votos.

Entre los laboristas, siete parlamentarios han dado un paso hacia el bando euroescéptico hasta ahora, si bien la diputada Kate Hoey, que ha defendido la salida de la UE en los últimos meses, adelantó que podrían ser al menos "dos docenas" los que finalmente se declaren en contra de la Unión.

No ha habido disidencias en las filas del Partido Nacionalista Escocés (SNP), cuya líder, Nicola Sturgeon, ha dejado claro su apoyo a continuar en Europa y ha alertado de que abandonar el grupo podría multiplicar las voces para pedir un nuevo referéndum sobre la independencia en Escocia.

Los ocho diputados liberaldemócratas, junto con los tres del galés Plaid Cymru, se han mostrado a favor de la UE, mientras que al menos tres de los ocho del Partido Democrático Unionista (DUP), mayoritario en Irlanda del Norte, se han expresado en contra.

El acuerdo alcanzado el viernes pasado con Bruselas permitirá al Gobierno británico limitar las ayudas públicas a los trabajadores comunitarios en el Reino Unido durante un periodo de cuatro años, así como adaptar las ayudas por hijos que viven fuera de las islas británicas al nivel de vida de esos países.

Cameron logró también excluir al Reino Unido de cualquier medida destinada a forjar una mayor integración política con Europa.

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